Ninguna revista puja por el posado veraniego de Ramón Trujillo

Las imágenes concilian lo reivindicativo con lo veraniego.
Las imágenes concilian lo reivindicativo con lo veraniego.

Ni Canarias Gráfica, ni Fama Digital, ni ¡Hola!, ni siquiera Newsweek han hecho aún una oferta a Izquierda Unida en Tenerife para adquirir y publicar el book fotográfico que su dirigente Ramón Trujillo ha hecho circular por las más diversas redacciones en busca de una financiación extra para esta formación política. Los principales líderes de IU temen ahora no poder dar salida a estas fotos, lo que pone en riesgo el calendario erótico que tenían previsto lanzar para las próximas Navidades, con cameos especiales de personas afines y viejas glorias, como Felipe Campos, Odalys Padrón o José Manuel Corrales.

Fuentes cercanas a la formación progresista señalan que «eran unas imágenes sexys y divertidas, refrescantes y un poco frívolas, pero con conciencia social, una denuncia del estado de nuestras costas pero con el ánimo de alegrar la vista, para que la gente vea que ser de la izquierda verdadera no significa ir todo el día enfadado, aunque lo parezca; también tenemos un lado juguetón». En las imágenes, algunas de las cuales publicamos en El Baifo Ilustrado, podemos ver a un Ramón Trujillo en sorprendente forma, posando relajado y pícaro en la orilla de varias playas tinerfeñas, con tabla de surf y ceñidos bañadores.

Parece ser que IU en Tenerife confiaba en ingresar un dinero extra a través de la venta de estas fotos para sufragar gastos corrientes del partido. Un afiliado indica que «como pintarrajeamos constantemente la cristalera de la fachada de nuestra nueva sede en Santa Cruz con eslóganes anticapitalistas y retratos reguleros de Hugo Chávez, gastamos mucho en limpiacristales y necesitamos tener acopio siempre; imagínese usted que se muere Fidel Castro, Lenin no lo quiera, y nos vemos sin pintura para hacerle un homenaje, sería un disgusto».

Al menos esta aventura no le ha costado dinero a la formación, ya que las fotos fueron tomadas por un simpatizante al que le había prestado la cámara su cuñado, paradójicamente afiliado al PP.

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