Los hechos sucedieron ayer jueves 13 de abril, cuando una lamentable confusión llevó a Anselmo E. R., cinéfilo empedernido, a la popular casa de citas santacrucera conocida como «Casa La Húngara», en la creencia de que allí se exhibiría la película «La muchacha», de la cineasta húngara Márta Mészáros, a la que la Filmoteca Canaria dedica un ciclo durante el mes de abril, cuando realmente el pase de la cinta se estaba realizando en el Espacio La Granja de la capital tinerfeña.
Pese a estar convencido de que Casa La Húngara era el espacio idóneo para una película de una directora húngara, Anselmo sospechó inmediatamente de su error al ver que el inmueble carecía de la mínima infraestructura para ver una película, pero asegura que «en un abrir y cerrar de ojos me vi rodeado de señoritas, en cuyos servicios yo no estaba interesado, pero con las que pude mantener una distendida charla sobre el cine al otro lado del Telón de Acero y la visión femenina y feminista de Mészaros, una directora interesantísima». Tras una hora de tertulia comenzaron a llegar otros «consumidores» a la vivienda, lo que obligó a terminar con la improvisada mesa redonda pero Anselmo asegura que «volveré otro día para seguir hablando porque la verdad es que llegamos a conclusiones singulares e inesperadas y las chicas son muy amables, hasta mi cafecito me hicieron».
En cuanto a la película en sí, Anselmo asegura tener pena por no haberla podido ver en pantalla grande pero «tampoco pasa nada porque la tengo en mi colección de DVDs ‘Lo más destacado del cine húngaro 1950-1970’, en versión original y con comentarios de la directora y el director de fotografía, quiero decir, entretenimiento no me falta».