Tragicómica vuelta de tuerca al periplo del ex-empleado de la CIA y arrepentido sobrevenido cuya rocambolesca historia firmaría un John le Carré en evidente estado de embriaguez. Finalmente, y en contra de lo afirmado inicialmente por las autoridades bolivianas, Snowden sí viajaba en el avión presidencial de Evo Morales.
Sin embargo, lo que hubiera supuesto otra victoria moral del sector bolivariano de América Latina en su infatigable lucha para ridiculizar al imperialismo yanki se ha transformado en indignación hacia la Madre Patria España, ya que no saben donde está su «invitado americano» dado que no ha llegado junto al resto de la delegación boliviana al Aeropuerto Internacional El Alto de la capital La Paz como estaba previsto.
Y es que tanto Evo Morales como el resto de pasajeros del avión se habían anticipado a los posibles movimientos de otras naciones que, como Portugal o Francia, cerraron su espacio aéreo para no poder viajar cómodamente desde Rusia hasta su país, o al posible registro de su avión, que finalmente se produjo en Austria previo consentimiento de las autoridades suramericanas. Por ello, aconsejaron a Eduard Snowden que viajara escondido en una de las maletas, franqueadas como valija diplomática, con el tamaño y soporte vital suficiente como para aguantar varios días en su interior sin tener que salir en ningún momento de la bodega del mismo. Sin embargo, todo se ha torcido en la escala en el aeropuerto de Gran Canaria que, también en contra de las informaciones iniciales, estaba prevista desde un principio. En dicha escala, además de la parada para repostar y según ha podido saber El Baifo Ilustrado, el presidente de Bolivia tenía la intención de detenerse para saludar y dejar a cargo del cónsul de Venezuela en Canarias, David Nieves, «unos recuerditos para Maduro: unos kilitos de caviar negro, otros del rojo, unas botellas de vodka, artesanía, prendas de lino, ya saben» según han confirmado desde el propio consulado. Dichos recuerdos estaban guardados en una maleta de proporciones exactamente iguales en las que viajaba Snowden, dado el volumen de la mercancía.
El problema ha surgido desde el momento en el que, al no poderse bajar nadie del avión debido a los últimos incidentes diplomáticos, los operadores de AENA han cargado con la primera maleta que han visto en la bodega del avión que, siendo usada, tenía varias etiquetas con varios destinos diferentes. Dicha maleta, como confirmaron las autoridades bolivianas a su llegada a La Paz, era la que contenía a Snowden, ya que la que contenía los souvenirs ha sido la que ha llegado con ellos a destino. «Esto es un escándalo, en España no saben ni siquiera coger una maleta correcta», afirmaba Evo Morales en declaraciones a TeleSur, obviando el hecho de que pretendía engañar a la comunidad internacional. Por su parte, AENA no ha querido hacer declaraciones al respecto, pero fuentes no oficiales han confirmado a El Baifo Ilustrado que, a pesar del tamaño y volumen evidente de la maleta, no saben donde se encuentra dado que con su etiquetado ha podido ser enviada a cualquier destino internacional. «Lo que si descartamos es que se haya podido meter en un ATR de Binter o de cualquier otra compañía porque ahí no cabe», garantizaba una de esas fuentes. Es decir, que a estas horas Edward Snowden podría estar almacenado en objetos perdidos en cualquiera de los destinos desde los que se podía volar desde Gran Canaria en el día de ayer tras varias vueltas infructuosas en la cinta de equipajes: Frankfurt, Berlín, Hannover, Nouakchott, Amsterdam, Brujas, Londres, Madrid, Copenhague,…
Otra posibilidad que se apunta es que la maleta no haya salido de la terminal de Gando, para lo cual se ha activado un dispositivo especial de búsqueda encabezado por la Unidad de Objetos Perdidos dirigida por Antonio Nuño, experto buscador de cosas. Por último, pero no por ello menos descabellado, existe la posibilidad de que algún o algunos trabajadores hayan sustraído la maleta con el fin de apropiarse de las valiosas mercancías.
Este incidente ha provocado la indignación doble de la comunidad internacional, primero con Bolivia, por cómo ha engañado a las autoridades de Austria y de medio mundo, y después con España, ante la evidente negligencia en el manejo del equipaje y las reacciones de los líderes internacionales no se han hecho esperar en lo referente a AENA. Obama ha declarado que «se trata de una pérdida inaceptable en un país desarrollado», Hollande ha dicho que «asiste con profundo pesar a una negligencia épica», Merkel ha subrayado «también me perdieron una maleta cuando fui a La Gomera» y ha advertido que «esto traerá más políticas de austeridad», mientras Cameron se ha limitado a prometer a sus conciudadanos que no vendrá más de vacaciones a España. Ante todo este aluvión de criticas Mariano Rajoy se ha limitado a decir «la tercera ya cual y tal Pascual» ante la estupefacción de los medios presentes.
Por su parte, Julian Assange, fundador de Wikileaks, organización que, según dicen, tiene a Snowden bajo su influencia, se ha limitado a tuitear «unos tanto y otros tan poco» junto al emoticono de una carita triste.