Este domingo, 23 de julio, los militantes del PSOE canario están llamados a las urnas para elegir a su nuevo secretario o secretaria general, y poner fin así a la interinidad de la gestora que comanda el partido desde la salida del anterior responsable regional, José Miguel Pérez. En El Baifo Ilustrado repasamos los perfiles de los tres aspirantes que se enfrentan este fin de semana.
Patricia Hernández
Joven pero veterana en política, la que fuera vicepresidenta y responsable de Empleo y Políticas Sociales hasta la ruptura del pacto con CC el pasado diciembre es actualmente también secretaria general de la habitualmente ingobernable Agrupación de Santa Cruz. Hernández nació en febrero de 1980 ya dentro de una sede del PSOE, y poco después, aún en pañales, comenzó a despuntar en las Muy Jóvenes Juventudes Socialistas, de las que fue máxima responsable hasta su entrada en preescolar, donde perfeccionó su técnica para mirar fijamente con los ojos muy abiertos a su interlocutor. Ha sido senadora, diputada y estrella de YouTube por algunas de sus intervenciones en el Congreso, y ahora está muy implicada con la plataforma antidesahucios tras haber sido desahuciada ella misma del ático de Presidencia.
A favor: su falta de conocimientos en materias como Economía no parece pasarle factura.
En contra: su falta de conocimientos en materias como Economía.
Juan Fernando López Aguilar
Este catedrático en Derecho Constitucional nacido en Las Palmas de Gran Canaria ya empezó a demostrar dotes de liderazgo cuando, con apenas 10 años, organizó, participó y ganó el I Rodeo Nacional de Gramática. Ahora regresa a la política regional tras su ajetreado paso por la misma en el año 2007, cuando lideró la candidatura socialista al Parlamento de Canarias, logrando unos resultados históricos pero viendo frustradas sus posibilidades de gobernar debido al pacto entre Paulino Rivero (CC) y José Manuel Soria (PP). A partir de ahí, para hallar la serenidad de su espíritu, López Aguilar se presentó a sucesivas citas electorales: al Congreso de los Diputados en 2008, al Parlamento Europeo en 2009 y a la presidencia de su comunidad de vecinos en 2010, donde de nuevo la alianza de perdedores entre el 1ºC y el 4ºA le dejó sin gobierno. De su etapa como ministro de Justicia se puede destacar su iniciativa para que cada juez contase con un diccionario de sinónimos con el que enriquecer las sentencias.
A favor: un extenso vocabulario, pelazo y un furibundo odio a ATI.
En contra: es posible que se agobie por la propia idiosincrasia de la política canaria.
Ángel Víctor Torres
El candidato con más avales es, al mismo tiempo, el que menor proyección regional tiene, por lo que suele iniciar sus discursos e intervenciones al estilo de Troy McClure: «Hola, soy Ángel Víctor Torres, tal vez me recuerden del Ayuntamiento de Arucas o del Cabildo de Gran Canaria». En esta última institución ejerce como vicepresidente y consejero de Obras y de Deportes, en un pacto a tres bandas con Podemos y Nueva Canarias, lo que dice mucho de su talante integrador y de su paciencia. Carga con el sambenito de ser la opción con el respaldo oficial del sanchismo, por lo que está recibiendo el apoyo de muchos que quieren congraciarse con la nueva Ejecutiva Federal no sea que en 2019 se vean fuera de las listas. Poca gente sabe, porque a él no le gusta irlo contando, que construyó un tercio de la iglesia de San Juan (conocida popularmente como «la catedral de Arucas») trabajando por las noches con material adquirido con su propio dinero, para no hacerle gasto al Ayuntamiento.
A favor: habla más que José Miguel Pérez. Como todo el mundo.
En contra: la última lista Forbes de los más carismáticos lo situó en el puesto 114, justo debajo de una tostadora.
