La nueva Secretaría de Igualdad y Canariedad inserta en la amplia Ejecutiva surgida del último Congreso Regional de los socialistas se impone como tarea revisar el folklore tradicional y actualizarlo con letras más inclusivas.
Autor: Maruca Johnson
«Como la próxima vez no venga con perras, le voy a presentar a mis primos Marquesote y Rapadura», asegura un agricultor mientras se besa los puños. Un primer macroestudio sitúa los sentimientos de los palmeros.
Este fin de semana se celebra el Congreso regional del PSOE canario, un acontecimiento lleno de datos sorprendentes aunque quizás carentes de interés que desgranamos en este reportaje.
Después del revuelo que se generó el año pasado con la presentación de un «mojo anti-Covid», había grandes expectativas en esta cita gastronómica de que Tenerife participase de nuevo con algún producto relacionado con la pandemia.
Un leve descenso de las temperaturas que se produjo la semana pasada, cifrado por la AEMET a menos de 2ºC, ha obligado a miles de canarios de las dos capitales a sacar la ropa de invierno y lucir chaquetones, gorros y hasta guantes, ante la mirada condescendiente de laguneros en mangas de camisa.
«De hecho, ya va tocando uno», es la respuesta más habitual entre los tinerfeños a los que se pregunta por la posibilidad de un gran apagón, algo que a la vista del historial de las compañías eléctricas en la Isla, es asumido como algo inevitable y que sucederá de forma periódica.
El viceconsejero de Cultura intenta apagar los rescoldos de la polémica que mantuvo la semana pasada con el Museo Canario, tras verse obligado a reincorporar al presupuesto regional una partida de 250.000 euros para gastos estructurales que había sido eliminada sin previo aviso.
