El conocido libro de los récords estudia también acreditar al político tinerfeño por batir la marca de menor utilidad de este esfuerzo mediático.
Autor: Mobutu Vladimir Gunnarson
Nacido en el puerto de la Luz, de padre islandés y madre zaireña, siendo su abuelo un soviético (nada de ruso, dice el viejo) que visitó el Congo junto a los barbudos del "Che" Guevara. Semejante potaje genético no ha impedido que me sienta más canario que el cherne y más isleño que el piche, proclamando con orgullo aquello de que "yo nací en el África y por eso mi piel es negra..."
“Alberto sigue una lógica marxista. Todo en Canarias le recuerda a Canarias. Sus gentes le recuerdan a Canarias. Sus paisajes le recuerdan a Canarias. Todo le recuerda a Canarias, excepto Canarias», explica el analista de asuntos de izquierdas de este medio.
Desde su creación, la fuerza policial autonómica ha sido constantemente cuestionada por su utilidad. Por tal razón, desde el gobierno regional se ha decidido implicar a este cuerpo de seguridad público en un asunto que preocupa profundamente a la sociedad insular: la pureza del traje de mago.
Las agresivas declaraciones del primer edil orotavense, en las que manifestaba que el próximo 28M iban a dar sendas patadas en salva sea la parte a Pedro Martín y Ángel Víctor Torres, han tenido una consecuencia inesperada: el Club Deportivo Tenerife ha ofrecido a Linares su incorporación a la plantilla del primer equipo.
La reciente visita de Mariano Rajoy a la isla de La Palma, en apoyo de los candidatos populares, ha tenido como inesperado resultado el hecho de que el expresidente haya adoptado, tras su paso por la Isla Bonita, uno de los verbos más utilizados en el español palmero: aquellar.
«Death Race II: La carrera de la muerte en el patrimonio de la humedad» es el título provisional de un filme en el que la premisa carcelaria es cambiada por otra de naturaleza política y la competición se reduce a dos automóviles, con la alcaldía lagunera como premio.
«Prestamago» es el nombre de la novedosa línea de créditos destinados a la financiación de la adquisición de trajes típicos, con un veinticinco por ciento de interés anual y con garantías hipotecarias a treinta, sesenta y noventa años.