El célebre rockero estadounidense actuó anoche por primera vez en su carrera en nuestro archipiélago, ofreciendo un memorable concierto en el Estadio de Gran Canaria. Hoy ha abandonado la isla con destino a Barcelona, donde tiene previsto ofrecer sus dos próximos recitales. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha expresado su satisfacción por el correcto desarrollo del evento y el impulso que ha supuesto para la economía de la ciudad. Sin embargo, también ha mostrado su extrañeza por el hecho de que según las informaciones de las que disponen, ni el cantante ni ningún miembro de la E Street Band se hayan acercado durante su estancia en la isla a la playa de Las Canteras para disfrutar de un lapso de relax. «Es rarísimo» -manifestó el Concejal de Playas- «nos dijeron que a Springsteen le gusta mucho la playa porque se crió en una localidad costera de Nueva Jersey y por eso nos parece extraño que no haya querido conocer la joya de nuestra ciudad, lo que nos habría venido de paso muy bien para la promoción turística.»
Sin embargo estamos en disposición de asegurar que eso no es del todo cierto: un colaborador de esta casa que caminaba a primera hora de la mañana de ayer -por prescripción médica- por el Paseo de Las Canteras no solamente vio al Boss en el mismo lugar y le tomó la fotografía que ilustra esta información, sino que además consiguió unas declaraciones suyas en exclusiva para El Baifo Ilustrado:
«Esta mañana me levanté con ganas de hacer jogging, ya sabrás que yo nací para correr, y después darme un baño en esta hermosa playa, pero con esta… ¿cómo es que la llaman ustedes? ¿donkey belly?… estas nubes… la verdad es que me eché para atrás, los días de gloria en los que hacía esas cosas ya pasaron. Es una pena, tengo que irme a seguir con la gira y no puedo quedarme esperando por un día soleado. Pero en fin, al menos salí a caminar como un hombre que soy», relató mientras compartía unas tapas y unas cervezas con nuestro colaborador en Ca’ Ñoño. «De todos modos, estoy muy contento de actuar esta noche por primera vez en esta ciudad atlántica», concluyó antes de pagar las consumiciones y regresar a su hotel.
No le hizo caso a Los Coquillos.