El Cabildo dispone desde hace años de una licencia de Televisión Digital Terrestre (TDT), que hasta la fecha no ha servido para nada. El reciente anuncio del presidente Carlos Alonso de ponerla en explotación para difundir la labor y la historia de la institución, especialmente entre los jóvenes, ha causado hilaridad y expectación a partes iguales, ya que la juventud consume otro tipo de formatos televisivos. Advertido de este detalle, el presidente ha tomado la iniciativa para «poner TeleCabildo en una cosa moderna de esa, Nesflit, o Netflis o lo que sea».
Alonso es consciente de las dificultades de competir en el mercado tradicional con otras televisiones locales, «a menos que pongamos a Aurelio Abreu [socio de gobierno, del PSOE] a presentar un panel concurso, que eso debe tener mucho éxito porque lo veo a todas horas en MírameTV con Ricardo Negrín y otros que no conozco». Por ello, el presidente intentará expandir las posibilidades del canal negociando su incorporación al catálogo de Netflix, la plataforma de vídeo bajo demanda, que ya cuenta en España con más de medio millón de suscriptores, muchos de los cuales nunca han oído hablar de Carlos Alonso.
Los asesores más modernos del presidente insular han descartado entrar en conversaciones también con HBO («este canal no tiene suficientes tetas como para ser aceptado», nos confiesa una fuente anónima) y en Amazon Video («porque no queremos vincular la imagen del Cabildo con un canal que produce series como The Man in the High Castle«, añade).
De lograrse finalmente esa integración, el Cabildo estudiaría abrir una línea de subvenciones para que no falte Netflix en ningún hogar tinerfeño, y todo el mundo tenga la oportunidad de seguir la actividad diaria de la institución y, en particular, de su presidente.