(Ponemos fin hoy a la serie de reportajes que desde El Baifo Ilustrado hemos dedicado a empresas y comercios locales con el fin de promover el consumo de productos y servicios de proximidad)
Chus Larreta es un joven emprendedor que no teme a los desafíos. Por eso acaba de abrir, en el Mercado de Nuestra Señora de África, en Santa Cruz de Tenerife, una nueva y revolucionaria carnicería, El Veganito, en la que, entre puestos que venden carne animal, ha decidido ofrecer sus productos veganos, convencido de que puede atraer a un público nuevo, además de los habituales que han renunciado a cualquier comida de origen animal.
Larreta asegura, entre tofus y sojas, que su posición «es estratégica dentro del mercado, ya que toda esa gente que está comprando chuletones y costillas de repente ve mi puesto y le pica la curiosidad por saber qué es eso con forma de plastilina que anuncio como ‘divertidas salchichas veganas’, o ‘atún a base de sandía'». Se muestra convencido de que ofreciendo muestras y con la amabilidad de ignorar caras raras ante los novedosos sabores que propone, podrá ir haciéndose con una base mayor de clientes.
De hecho, este joven ha compuesto y grabado incluso su propio jingle, que suena de vez en cuando en los altavoces de su puesto, sobre la base del famoso Cubanito de la Afilarmónica Ni Fu Ni Fa: «Veganito soy señores / veganito y muy formal / vale más ser veganito / que comer carne animal». Preguntado sobre derechos de autor o sobre la pertinencia de denominarse carnicería al no vender carne, Chus Larreta nos remite a su gestoría y nos entrega una tarjeta en la que sólo figura la imagen de una capibara y un número de móvil.
El resto de puesteros del sector cárnico acogen con simpatía la iniciativa del animoso vegano pero no le ven mucho futuro. «Cuando la doña te pide un filo, más te vale que le des un filo», señalan desde Carnicerías Hnos. Despiece.