John Littlepain, un arquitecto retirado que nació y vive en Leeds, Inglaterra, pasó unas vacaciones en Tenerife hace unas semanas, y de la Isla se llevó algo más que fotografías y recuerdos. De hecho, el turista se llevó consigo a un camarero de un guachinche, al que ha incorporado a su extensa colección de cartas de restaurantes del mundo.
Littlepain responde por email a las preguntas de El Baifo Ilustrado: «durante toda mi vida he coleccionado cartas de restaurantes de todos los sitios por los que he viajado, tengo unas 2.700 en una habitación en mi casa de Leeds; algunas son muy antiguas, históricas, pero esta adquisición que he hecho en Tenerife ha sido la más especial de todas». Según relata, él y su esposa, en compañía de otro matrimonio amigo residente en Canarias, acudieron a un guachinche de La Victoria, donde el camarero recitó la carta sin hacer pausas: «carnefiestacostillaschocoscarnealabrasacarneconpapasescaldónpucherolubinaalaplanchaflanquesilloytiramisú». Admirado por lo que acababa de ver, la primera carta humana, Littlepain no dudó en negociar con el dueño del local y, por un precio realmente competitivo, más el coste del pasaje, pudo llevarse a su tierra natal a Francho Ravelo, quien ahora vive con ellos en la habitación de la colección y empieza a aprender inglés para recitar la misma carta en otros idiomas.
Este jubilado británico asegura que volverá a Tenerife para intentar ampliar su colección con un camarero de la zona sur «que es más de pescado, todo el mundo lo sabe», añade guiñando un ojo.