“Tengo problemas en mi tercer ojo”, declaró la vidente, sanadora y astroaqueóloga psi de la nueva era Rosslynn Marne. La médium de origen estadounidense reconoció durante su participación en el evento “Dunas del Misterio” que estas disfunciones en sus capacidades le habían impedido predecir algunas catástrofes como el estallido de la burbuja inmobiliaria, la concesión de prospecciones petrolíferas en el mar canario o el hundimiento del Costa Concordia.
Rosslynn Marne ha sido sanadora espiritual, tarotista, ministra confesora de su propia iglesia y echadora de cartas en diversos moteles y cafeterías de la conocida ruta 66. Es bien conocida por haber amasado pequeñas fortunas en cada una de esas actividades, así como por haberlas perdido en interminables juicios a manos de clientes poco proclives a la misericordia cuando la magia de Ms. Marne no opera el efecto querido. Casualmente, su visita a las islas ha coincidido con cierta sentencia pronunciada por un Juez del Estado de Milwaukee en relación con la venta de ciertos “colgantes equilibrantes” cuyas virtudes no parecían estar muy claras.
“Me encantan las islas” –declaró a este medio Ms. Marne. “Podría trasladarme a vivir aquí. En Estados Unidos vivo perseguida por los inquisidores del CSI y ese vejestorio implacable de James Randi. Pero aquí tengo entendido que mi profesión es respetada y que hasta algunos iniciados en el poder de las piedras tienen cargos en la administración local”.
Poder fluctuante
Consultada acerca de los fallos en sus poderes, la vidente declaró que la transición entre edades cósmicas estaba afectando la alineación de sus chakras. “Mi tercer ojo no funciona bien y mis canales energéticos de entrada y salida no funcionan como debieren. Fui incapaz de predecir la conspiración que los malvados escépticos de mi país intentaron llevarme a la cárcel basándose en una absurda acusación de fraude fiscal” –dijo mientras sus puños se crispaban y su boca se convertía en una fina y prieta línea- “Mi contacto con los seres superiores del plano astral me ha situado por encima de las banalidades terrenas” –añade mientras juguetea ora con su anillo de oro, ora con su collar de brillantes, ora con su brazalete de uranio-. “Mi ser cósmico sufrió un retraso cronal y cuando llegó la citación sufrí graves trastornos gástrico, pues es bien sabido que las zonas intestinales están directamente conectadas con el tercer ojo”.
Evento pionero del misterio en Canarias
“Dunas del Misterio” es uno de los principales eventos para-anormales del estío archipielágico. Su origen se remonta a la noche de San Juan de 1977, cuando un puñado de adolescentes decidió organizar una “noche de observación ovni” en la playa de Maspalomas e invitar a un grupo de compañeras del instituto. Como quiera que las “jóvenas” decidieron declinar por la vía de hecho la invitación y dejar a los jóvenes colgados con sus hormonas revolucionadas, éstos optaron por ahogar sus penas en abundosos tragos de ron con cola. Ya cerca de la medianoche, hora bruja por antonomasia, tuvieron lo que se conoce como un encuentro en la tercera fase. Las descripciones variaron de un testigo en cuanto al número de los objetos avistados y la fisonomía de sus ocupantes que, al parecer, recibieron como signo de buena voluntad las existencias restantes de alcohol de los muchachos, ya que a la mañana siguiente, cuando sus atribulados progenitores fueron a recogerles, el ron había desaparecido. Desde entonces, como reconoce José Gonzalo Góyez, uno de aquellos “niños contactados de la transición”, vuelven cada noche de San Juan a la playa de Maspalomas, con la doble esperanza de que los visitantes estelares regresen y de que sus compañeras, ahora del trabajo, aparezcan por allí.
