El Hospital Materno Infantil de Las Palmas sigue deparando sorpresas. Si hace unos meses conocíamos el alumbramiento de Augusto Agoney, el primer bebé-profeta canario, ahora hemos conocido que en este centro también vino al mundo, hace quince meses, Luis Alfonso Ruigómez, considerado por su familia y por una comisión de expertos enviados por el periódico como la reencarnación de don José Rodríguez, editor y director de El Día recientemente fallecido.
Al frente de la comisión enviada por el periódico ha estado Ricardo Peytaví, conocido columnista e íntimo amigo del difunto director, quien ha extraído conclusiones inequívocas: «el hecho de que sólo pueda dormirse abrazado a un peluche con la forma del Teide que le hizo su tía Carmita con un cojín, mientras escucha a Los Sabandeños, siempre y cuando no sea el disco que grabaron con Los Gofiones, nos induce a pensar que este niño no es un progre, sino un don José redivivo, destinado quizás a acaudillar a El Día a mayores cotas de gloria y a acabar con Paulino Rivero, políticamente». No obstante, el periodista cree que Luis Alfonso no está preparado aún para dictar un editorial «puesto que su pensamiento es tan intrincado que apenas alcanza a expresarlo con gorgojeos y soniditos adorables, en los que se percibe claramente el ansia por una Canarias libre del yugo colonial».
Para Tamara y Fefo, padres de la criatura, esta posesión espiritual no está siendo tan agradable. Según informa la madre, «hasta hace dos meses era un bebé normal, pero de entonces a esta parte papá y mamá ya no lo dice, ni yaya, y sólo nos llama ‘acomplejados’, ‘rapiñadores’ y ‘terceroisleños’ todos los días, y a su tío Javier lo llama ‘marimarica’ y ‘tatarita’, aunque nosotros le digamos que eso está muy feo y le condenemos en costas, él insiste». Tamara confiesa que al principio pensó que el cambio de actitud de su pequeño se debía a una mala digestión o a un caso agudo de gases, «pero no, es que le ha cambiado la personalidad». De igual modo, Fefo explica que «cada vez que hace una travesura, como romper alguna cosa, nos dice que ha sido el Saein de Veeta [Sanedrín de Vegueta], y con esa carita que te pone no te puedes enfadar con él, y le acabas poniendo su nombre a otra pared de la casa».
Dando muestras de una inaudita precocidad, el bebé ha escrito ya miles de crónicas, artículos y entrevistas, pero su natural humildad le ha llevado a firmarlas con seudónimo. Asimismo, ha sido nombrado Socio Honorario del Club de Dora la Exploradora, Comendador Mayor de la Orden de Peppa Pig y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Phineas & Pherb, honores que atesora con gran mimo en su habitación, donde recibe a distintas personalidades del municipio de Agüimes.
Aún se desconoce si el bebé se trasladará a Tenerife para tomar las riendas del imperio mediático que gobernaba en su anterior cuerpo, eventualidad ante la cual los legítimos herederos de Rodríguez han puesto en marcha la operación Herodes, «sólo de forma preventiva», según indican fuentes cercanas.
