Cada año, Halloween va comiéndole un poco más el terreno a los Finados, y son muchos los canarios que buscan escenarios escalofriantes en los que sumergirse en el terror, la magia y el espíritu de esta celebración anglosajona. Recopilamos en El Baifo Ilustrado cuatro puntos de las Islas donde habitan viejas leyendas que pondrán los pelos de punta a más de uno.
El viejo ambulatorio de Ofra (Tenerife)
Escondido en uno de los rincones de este populoso barrio santacrucero se encuentra el viejo ambulatorio o centro de salud, que fue abandonado en 1992 para dar paso al que está actualmente en funcionamiento en la avenida de Los Príncipes. Quienes se han atrevido a adentrarse en las ruinas de esta instalación cuentan historias tremebundas de esqueletos en el mostrador de citas, con un número en una mano y una radiografía en la otra. En noches de luna llena, hay quienes han llegado a escuchar la voz de una enfermera que murmura «sin cita no se atiende, señoooora».
La tienda de aceite y vinagre de Manolita la Majorera (Gran Canaria)
Entre Moya y Fontanales se sitúa, en una antigua casona al borde de la carretera, la tienda de aceite y vinagre que hasta 1928 regentó Manolita la Majorera. Estudiosos de lo paranormal de todas partes del mundo se han desplazado hasta allí para contemplar los célebres bocadillos de chorizo que no caducan y las botellas de vino que no se pican, se cree que cuidadas por el espíritu de Manolita, quien no puede abandonar la tienda en la que falleció hasta que los herederos de Tonono el Cestero, vecino de la zona, le abonen un fiado que este antepasado dejó en el establecimiento.
Oficina de Registro del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
Considerada por muchos parapsicólogos como una de las capitales mundiales de las almas en pena, la Oficina de Registro del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria situada en la calle León y Castillo es un punto caliente de actividad paranormal, donde conseguir una cita o entregar a la primera todos los papeles de cualquier trámite puede requerir de complejos y sangrientos rituales.
La Casa Da Silva de Los Llanos de Aridane (La Palma)
Aunque ha perdido su esplendor por el abandono, la magnífica casa de la familia Da Silva acogió en su época bailes y tertulias patrocinadas por Manuel Da Silva, emigrante palmero que retornó de Sudamérica con una enorme fortuna y un apellido nuevo con el cual disimular ante sus acreedores locales. En 1876, Da Silva fue brutalmente asesinado en su mansión, nunca se supo si por estos acreedores o por una Negra Tomasa con la que mantenía una relación extramatrimonial y que, loca de celos, acabó con la vida de su amante llenándole la garganta de polvos de talco. Algunas noches, extraños sonidos guturales se escuchan salir de la casa, que parecen decir «no te disfraces de los enanoooos».