En la edición de 2020 de la San Sebastián Gastronomika, causó sensación (y fue objeto también de numerosas chanzas) la presentación de una pomada de ingestión oral a base de yema de huevo con anticuerpos contra la COVID-19; según su creador, el chef Diego Schattenhofer, su efecto para evitar el contagio de la enfermedad podía durar hasta dos horas porque los anticuerpos se pegaban a la garganta, y todo ello facilitaría el regreso a la normalidad en el sector hostelero. Esta innovación, que contaba con respaldo económico del Cabildo de Tenerife, parecía venir con el aval de Centro Superior de Investigaciones Científicas, organismo desde el que se desvincularon de la iniciativa en pocos días, al asegurar que no había evidencia científica de su efectividad y que no era una investigación del propio CSIC.
En la edición de 2021 de esta cita culinaria había, por tanto, altas expectativas sobre la participación de Tenerife, que se han transformado en una honda decepción al terminar el evento sin que se haya presentado ningún producto relacionado con la Covid. Odón Rekalde, uno de los cocineros que ha tomado parte en Gastronomika, señala a El Baifo Ilustrado que «veníamos con muchas ilusiones de ver una espuma de vacuna o una dosis de refuerzo esferificada sobre lecho de mojo verde, de hecho hasta habíamos hecho apuestas pero nada, otro año será».
Por su parte, desde el área de Turismo de Tenerife, en el Cabildo, han declinado hacer declaraciones sobre este asunto y nos piden que nos fijemos «en la amplia delegación de la gastronomía tinerfeña que ha acudido este año al certamen, para impulsar nuestros productos como un atractivo turístico más», y que «dejemos de hacer preguntitas sobre una cosa que nunca pasó o de la que por lo menos allí ya no se acuerda nadie».