Vida en Marte. La busqueda parece haber llegado a su fin. El reciente hallazgo de un extraño organismo en la superficie del planeta rojo ha revolucionado a los científicos de todo el mundo.
La vida es un concepto complejo y ha sido objeto de amplios debates científicos y teológicos. Algunos la definen como la capacidad que presentan determinados sistemas físico-quiímicos de utilizar la energía para crecer, reproducirse y responder a estímulos, transmitiendo información mediante ácidos nucleicos.
¿Encaja en este alambicado esquema la extraña presencia con bigote que aparece en las primeras imágenes enviadas por la sonda Curiosity, desde las laderas del cráter Gale? Todo parece indicar que sí. El análisis de las citadas imágenes ha revelado la presencia de un organismo con aspecto de hombre de mediana edad con gafas, que parece interactuar hostilmente con su entorno emitiendo sonidos guturales y gesticulando violentamente. Durante la noche del pasado jueves (tiempo terrestre), los sensores sónicos del Curiosity registraron lo que podría ser el primer mensaje que la humanidad recibe de una inteligencia extraterrestre.
Expertos del laboratorio de comunicaciones del MIT procesaron la secuencia sonora utilizando los últimos avances para la descodificación de señales. Pese a lo esperado, el mensaje parecía cifrado en un castellano precario, aunque perfectamente inteligible. El júbilo inicial de los técnicos ha dado paso en las últimas horas a una honda preocupación al detectarse un matiz desafiante en la alocución. El primer contacto establecido con una forma de vida alienígena se limitaba al siguiente contenido: «¡Sé quien eres papafrita!»
«Se-quién-eres-papafrita».
Ahora que sabemos que no estamos solos cabe preguntarse si supondrá un avance o un retroceso para la especie humana.
