La célebre casa de alta costura Christian Dior ha presentado las últimas incorporaciones a su línea de baño para el verano de 2012, en las que destacan como novedad las piezas inspiradas en los trajes típicos canarios. Raf Simons, el director creativo de la casa francesa, ha asegurado que “éste es uno de mis primeros trabajos para Dior y estoy seguro de que con él iniciaré una senda nueva que hará que los diseños de Galliano [su polémico predecesor] parezcan espantajería y mamarrachez”. El diseñador subrayó el hecho de que “estas piezas están orientadas hacia una clase urbana y joven que ama sus tradiciones y no renuncia a llevar el espíritu de la romería hasta la misma playa, desafiando los convencionalismos y la ley de Costas”.
Los bikinis y trikinis que desfilarán por la pasarela presentan “unas líneas de diseño muy autóctonas, que lucirán con la misma sofisticación en Saint Tropez que en Los Cancajos”. La firma francesa se ha inspirado especialmente en la forma del chaleco, lo que otorga un aire innovador a la pieza. El estampado respeta los cánones del traje típico más reconocible, e incluso el pareo a juego está adornado con los clásicos pompones. De igual forma, se incluye un gracioso sombrero que añade un toque chic aunque, eso sí, no protege del sol.
Para la línea masculina, Dior ha optado por una bermuda en color negro, a la que se incorpora el clásico fajín. Raf Simons cree que el sacrificio de la funcionalidad que supone el fajín “está plenamente justificado en la estética del conjunto, y no descartamos añadir bolsillos interiores para las llaves, las monedas o el peine de púas”. Asimismo, se incluye un falso cuello que acentúa el folklorismo de la pieza y una manta esperancera que si bien puede resultar poco práctica en una playa del sur de las Islas en agosto, sin duda otorga una gran prestancia al resultado final. Otro tanto puede decirse de las polainas.
El Gobierno de Canarias no se ha pronunciado aún al respecto de esta iniciativa, pero fuentes solventes confirman que existe división en el seno del Ejecutivo entre quienes creen que hay que reclamar derechos de autor y quienes abogan por firmar convenios de promoción turística. Sí parece haber unanimidad en pedir a la casa Dior varios bikinis y bañadores para incorporarlos al patrimonio de la Comunidad Autónoma.
Lo genial sería ver a una rusa en Fañabé con esos modelos.
Bueno, ver a una rusa por lo general suele ser genial siempre, aunque vaya vestida de esquimal.
Con lo de “unas líneas de diseño muy autóctonas, que lucirán con la misma sofisticación en Saint Tropez que en Los Cancajos” casi se me cae la mandíbula.
Eso también me pasa cuando veo a una rusa. Lo dejo que estoy en «modo bucle».
¡Qué bueno! Gracias por las risas