La retirada de la política del fundador de Podemos y Más Madrid y portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, ha producido un auténtico terremoto en las filas de las formaciones progresistas. Conocidas las causas de esta salida de la vida pública, dirigentes de ambas formaciones se han lanzado a una carrera de declaraciones en las que han manifestado un desconocimiento de las actitudes del ya expolítico madrileño. Sin embargo, lo que podría considerarse un ejercicio de irresponsabilidad política tiene una explicación médica: han sido víctimas del terrible síndrome de la visita a la abuela, también conocido como el mal de no estar allí o visión engordada de la realidad por exceso de confianza.
Nos ponemos al habla con la neurobioquímica de la ULPGC María José Cimas Riol, descubridora de esta enfermedad que, todavía hoy, parece carecer de una respuestas curativa o profiláctica. Ella nos vuelve a explicar los aspectos esenciales de este trastorno: “El virus está latente en todo hábitat que tenga una dimensión política y entra en acción en cuanto hay una noticia de impacto mediático que pueda ser negativo, mostrando una sintomatología fácilmente identificable. En este caso, dirigentes de Podemos y de Sumar han empezado a manifestar que no estaban presentes durante el periodo en el que Errejón tuvo mando en esas plazas, indicando que no participaban de los mismos círculos o que en momentos cruciales estaban visitando a algún pariente. En los casos más extremos se desarrolla una tremenda vista gorda en la que las evidencias no pueden ser detectadas».
«En este caso se detecta un síntoma adicional, que es el de un engordamiento retrógrado de la visión, especialmente en los dirigentes de Podemos, pues parecen ver con extrema claridad unas evidencias que, en su momento, no fueron capaces de detectar” – concluyó la investigadora».
Desde Sumar han declinado manifestarse sobre las conclusiones, centrándose en su curso contra los machismos para sus directivas, con ponentes extraídos desde los colectivos transgénero y no binario. “No descartamos a alguna persona menstruante o post-menstruante, pero siempre y cuando acredite una buena conducta y un certificado de ausencia de terfidad” – concluyó nuestra fuente en la coalición rosada, que ha querido permanecer en el anonimato.
Por su parte, representantes de Podemos han anunciado en exclusiva a este medio su propuesta de creación de los juzgados virtuales en Instagram, siguiendo el modelo de la cuenta gestionada por la periodista Cristina Fallarás, los cuales sustituirán a los actuales de violencia de género y se encuadran dentro de la estrategia diseñada desde la formación morada en la materia.