La situación de crisis en la que estamos envueltos, que anuncia tiempos particularmente duros, no es problema para que emprendedores y visionarios sigan adelante con proyectos destinados a la búsqueda de nuevas industrias con las que sacar a las islas de la dependencia del turismo. Una de las propuestas más recientes ha sido presentada en Las Palmas por Guayarmina Pérez y responde al singular nombre de “Ego-Domo”.
La señora Pérez, graduada en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos por la ULPGC ha presentado en la cámara de comercio insular una creación que, considera, puede convertirse en un modelo de negocio que genere una industria en las islas y que se basa en una necesidad que suelen tener ciertas personas: lidiar con su ego.
Nos ponemos al habla con doña Guayarmina y ésta nos explica el origen de su propuesta: “Habrá escuchado usted alguna vez la expresión de que una persona y su ego no caben en la misma habitación ¿verdad? Pues mi invento permite resolver ese problema, mediante una estructura periférica que conecta con la habitación que permite mantener a la persona en conexión con su ego, pero sin que éste entre en el espacio donde aquélla se encuentra.”
La señora Pérez continúa informándonos de que empezó a trabajar en su idea durante los años finales de su carrera y que, actualmente, tiene los prototipos de tres modelos, que son los que se fabricarán y comercializarán en primer lugar:
- Modelo Rosell: pensado para aquellas personas cuyo ego se nutre de la creencia de ser la gran esperanza blanca de algún movimiento y se alimentan con aires sorianos o salvadoreños.
- Modelo Pomares: pensado para aquellas personas cuyo ego les lleva a afrontar empresas de todo tipo, con independencia de su conocimiento o preparación.
- Modelo Alarcó: pensad para quienes tienen un ego tamaño XXXL y con un diseño especial, en forma de zepelín, que se sitúa sobre el lugar en el que se encuentra la persona en cuestión.
Doña Guayarmina confía en que estos diseños entren en producción rápidamente porque, en sus propias palabras “personas que hagan uso de los mismos no van a faltar”.
