Según ha podido saber la redacción de El Baifo Ilustrado, el Club Deportivo Tenerife ha presentado en el Cabildo de Tenerife un proyecto económico y social que aseguraría el futuro de la institución blanquiazul y que ayudaría a sanear casi por completo la deuda del club en caso de no obtener respaldo institucional para las próximas campañas.
Este proyecto, en el que un prestigioso estudio de arquitectura contratado por el consejo de administración llevaba trabajando varios meses, supondría sacrificar parte de la grada de San Sebastián para reconvertirla en una calle de casas canarias adosadas, al estilo de la avenida marítima de Santa Cruz de La Palma, un concepto arquitectónico que respetaría nuestra tradición y que es muy del gusto del presidente y máximo accionista del club, Miguel Concepción.
El proyecto, tal y como se ha presentado, compensaría con creces la pérdida de abonados en esa parte baja de la grada a través de la venta de los inmuebles, viviendas adosadas de lujo con derecho a jardín excepto los días de partido o fechas señaladas desde el propio Cabildo, titular del recinto.
Además, plantea la posibilidad de la utilización de balcones y azoteas como palcos v.i.p. bajo el modelo de concesión para la explotación durante 15 años, pasados los cuales se sacaría un nuevo concurso, lo que también supondría un ingreso extra para la entidad deportiva.
Unas viviendas con acabados de primera calidad y el atractivo de unos jardines cuidados y al resguardo de miradas de curiosos son un plus que no ha pasado desapercibido a algunos inversores con los que se ha entrado en contacto durante la fase de redacciçon del proyecto. Así, se les ha explicado que durante la semana, y ya que el equipo viene ejercitándose desde hace tiempo en las instalaciones de Ofra, los propietarios podrían disfrutar del césped del estadio capitalino a modo de jardín privado, respetando, eso sí, la prohibición de plantar cualquier tipo de semilla o de instalar construcciones fijas (como piscinas, cuartos de herramientas, etc…).
Como contrapartida, el Club continuaría con el mantenimiento del césped aunque los propietarios se comprometerían a ceder el uso del campo cuando el Cabildo estimase oportuno, algo que el contrato quedaría estipulado en ocho fechas variables, entre las que se incluirían la tradicional fiesta de Reyes Magos, el concurso de murgas del carnaval y algún que otro concierto, siendo este el tema mas espinoso a negociar puesto que la celebración de un acto multitudinario y ruidoso puede retraer a posibles compradores.
El proyecto pues, sigue su curso y próximamente entrará en fase de estudio por parte de los técnicos del Cabildo, aun que según se ha comentado, es una idea que ha sido recibida de buen agrado por el presidente Ricardo Melchior, que entiende que se trataría de una idea novedosa y que contribuiría a destinar ciertas partidas económicas a otros temas.
El coste de los trabajos, que saldrían a concurso público como muy tarde en otoño, correría por cuenta de la empresa adjudicataria a la cual se le reservaría un porcentaje de la venta y la explotación en exclusiva durante 50 años del parking que se situaría debajo de las casas. Además, tendría garantizada la licencia de obras para una posible segunda fase (en la parte alta de la propia grada) si las ventas y el interés lo hace así aconsejable.
