El Centro de Iniciativas Turísticas de Santa Cruz de Tenerife ha fallado recientemente sus tradicionales premios «Amables del Turismo», que han alcanzado ya las cuarenta ediciones, en los que se galardona a las personas o entidades que se distinguen por sus actuaciones, no necesariamente en el ámbito del turismo. Motivados por la necesidad de innovar y por el hecho de que se van agotando los galardonables, el CIT ha querido este año llevar a cabo una convocatoria paralela para premiar a los «Hijos de puta del Turismo», en los que se vea reconocida la trayectoria de lo más abyecto tanto del sector como de la sociedad canaria en general.
Fuentes del CIT señalan que «en este mundo de Twitter e incertidumbre, todo lo peor merece verse representado como parte de nuestra ciudadanía; también están ahí y es preciso señalarlos con un diploma acreditativo y una mención honorífica». En esta primera edición, ninguna categoría ha quedado desierta, habiendo sido premiados unos apartamentos de Puerto de la Cruz que no se reforman desde 1981, un pub de aire irlandés de Las Américas donde no se sirve Guinness sino sólo Tropical y Cruzcampo, un vallet de un hotel de Arona que insulta a los clientes que no le dan propina en hasta ocho idiomas diferentes y los que tomaron las decisiones que condujeron a la quiebra de Thomas Cook.
La entrega de estos premios se llevará a cabo en una gala de cinco horas en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, con presentación a cargo de Antonio Molano y actuaciones de todas las rondallas del Carnaval.
