La edición de 2016 de la First Lego League Open European Championship , uno de los más importantes concursos de robótica enfocados al público infantil, cerró el sábado sus puertas en Santa Cruz de Tenerife, con el triunfo del equipo Los CyberToscaleros, que se alzó con el primer premio gracias a su proyecto de robot capaz de sustituir al presidente del Cabildo. El llamado Alonsotron 3000 está programado para realizar todas las funciones que actualmente realiza el presidente insular Carlos Alonso, en cuyo honor han bautizado al robot.
Pedro Quintana, director del equipo ganador y docente de informática en un IES de Santa Cruz, asegura que «los chicos han hecho un enorme trabajo no sólo en la programación sino en el seguimiento de la actividad del presidente, de forma que nuestro robot fuera lo más fiel posible al original». Así pues, con una autonomía de casi 24 horas, el Alonsotron 3000, dotado de una sorprendente apariencia humana, es capaz de dar hasta tres ruedas de prensa al día, inaugurar o presidir entre dos y tres eventos, incordiar al PSOE (socio de gobierno en el Cabildo) y meterse con la vicepresidenta del Gobierno, Patricia Hernández, al menos una vez cada quince días.
Pero Quintana y sus CyberToscaleros no se detienen ahí, y ya trabajan con entusiasmo en un Efrainator 3.0 que permita sustituir al vicepresidente económico en la Isla mientras él acompaña a las empresas que forman parte de Tenerife Moda a diversas ferias y desfiles. Quintana asegura que el desafío es grande, «porque hay que incorporar un microchip comparsero que no es fácil de programar, pero los chicos no se dejan desanimar y estoy seguro de que en la competición del próximo año podremos presentar un buen prototipo».
Cabe recordar que el presidente del Cabildo de Tenerife ya cuenta con un laboratorio secreto en el que se fabrican clones de su persona para dar abasto a toda su agenda, con lo que el Alonsotron 3000 será una gran ayuda.
Si sustituyeran a todos los políticos por un par de piedras que se encuentren por el camino, no notaríamos el cambio… Bueno sí, habría ingentes cantidades de dinero en los «Orcos» públicos.