El Ejecutivo de Ángel Víctor Torres está lanzando medidas a la desesperada ante las evidentes dificultades para frenar la expansión del Covid-19 en las Islas. Con unas cifras de contagiados que parecen ir incrementándose día a día y ante el riesgo de colapsar unos servicios sanitarios que llevan tiempo en el alambre, el Gobierno ha optado por dirigir a los canarios una muy seria advertencia: de no tener éxito con las últimas restricciones, las reuniones sociales se limitarán a cada canario con sus pensamientos.
El portavoz del Gobierno, Julio Pérez, ha comparecido para explicar que «no nos está quedando otra salida, las islas en fase 3 y 2 [Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote] podrían sufrir restricciones de movilidad muy duras, que supondrían ceñir las reuniones sociales a cada persona con sus pensamientos y, eventualmente, con sus circunstancias». Pérez pregunta si «es esto lo que los canarios quieren, pasar días o semanas en un estado de absoluta soledad, con la única compañía de sus traidores pensamientos, de sus recuerdos más amargos, cuestionándose el rumbo que han tomado en la vida, haciendo examen de conciencia para darse cuenta de todas sus decisiones erróneas, de que no tenían que haber dejado escapar a Vanessa o a Yeray, que son los únicos que les han entendido y les han querido por lo que son, preguntándose cómo habría sido su vida si hubieran terminado aquellos estudios que dejaron a medias o si hubieran tenido el valor de dejarlo todo para perseguir sus sueños en vez de conformarse con una vida que otros modelaron para ellos, de verdad, ¿es eso lo que los canarios necesitan para frenar una pandemia? Porque si es así, eso es lo que les daremos, ¡maldita sea!»
Recuperada la compostura, Pérez explicó que habrá excepciones en esta medida, como para aquellas personas que deban cuidar de menores o de personas dependientes, pero que incluso en estos casos se recomendarán «largos periodos de soledad para que los más pequeños se vayan haciendo a lo que es la vida, y los más mayores puedan hacer un repaso de su trayectoria vital». De igual forma, se recomendará el teletrabajo «pero con amplias pausas para un café en las que se pueda reflexionar sobre la pandemia y esta vida alienante de insatisfacción que llevamos».
El Gobierno es consciente de que muchos canarios no son convivientes habituales con sus propios pensamientos o que incluso una minoría, como por ejemplo la que se informa a través de Bolorino, raramente tiene alguno, pero esto no disuade al Ejecutivo, firme en su intención de contener la enfermedad.
