El Gobierno de Canarias está mostrando por cuantos medios puede su indignación por el pobre intento de una colaboradora del programa Sálvame por ataviarse con la ropa tradicional de las Islas; Chelo García Cortés lució la semana pasada un absurdo conjunto que asemejaba a la indumentaria típica. A falta de un interés mejor, el Ejecutivo está activando todos los resortes públicos para contrarrestar esta incorrecta información, no vaya a ser que la telebasura dé una mala imagen de las Islas, incluso dentro de las propias Islas, donde este tipo de programas gozan de un gran seguimiento entre el público más erudito.
En Tenerife, el Consejo Sectorial de la Indumentaria Tradicional, organismo dependiente del Cabildo insular y que lidera el experto en moda y consejero Efraín Medina, ya ha mostrado su enérgico rechazo a la pantomima perpetrada por Mediaset y ha pedido a la alcaldesa de Güímar, Luisi Castro, que, en su calidad de interlocutora privilegiada con Sálvame, programa al que ha asistido más veces de las que serían razonables, se dirija a sus responsables y les instruya sobre el correcto uso de la indumentaria típica. Medina ha amenazado de forma sibilina con represalias en caso de que la alcaldesa se niegue, como ignorar a la Virgen del Socorro y no asistir a su romería, extremo que no obstante los politólogos descartan por su radicalismo y por ser año pre-electoral.
La diputada de CC Ana Oramas, por su parte, ya entrena la voz para otra intervención memorable en el Congreso; interpelará, con grandes indignación y aspavientos, al Gobierno de Pedro Sánchez para que responda de este atropello, aun a sabiendas de que ningún miembro del Ejecutivo tiene competencias sobre Sálvame. Pedro Quevedo, diputado de Nueva Canarias, prepara una moción para blindar el traje típico en el REF, si bien es probable que acabe mal redactada.
El Gobierno regional ya trabaja en una campaña de información y sensibilización sobre el correcto uso de la vestimenta tradicional, que será difundida en la península a través de romerías itinerantes en las capitales de provincia.