Así lo comunicó ayer tarde el Presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, que quiso reunir a los medios de información de las islas para poner sobre la mesa un novedoso plan para el puerto capitalino.
Esta iniciativa, tal y como señaló el máximo representante de la institución, es pionera en Europa y persigue no sólo continuar en la vanguardia tecnológica sino implementar unas medidas de seguridad que harán mas atractivo el Puerto de Tenerife a multinacionales que deseen establecer bases en el archipiélago.
En palabras de Rodríguez Zaragoza: «Hechos como el acontecido hace unas semanas con un barco que zarpó sin permiso del muelle no pueden volver a repetirse, y estamos convencidos de que las nuevas medidas en materia de seguridad impedirán que algo así pueda volver a ocurrir en el futuro. Se aprovecharon de que estábamos celebrando el Día de Canarias y huyeron aprovechando la oscuridad de la noche… pero espérate tú que lo volvamos a rescatar si vuelve a tener problemas técnicos cuando transite cerca de las islas».
Así de contundente se mostraba el Presidente de la Autoridad Portuaria al referirse al tema de la patrullera «Defender», retenida por cuestiones administrativas y que acabó huyendo del puerto sin pagar la multa a la que se enfrentaba.
«La idea de realizar un cerramiento» -continuó explicando Rodríguez Zaragoza- «es novedosa y ha supuesto un desafío tecnológico para los técnicos encargados del proyecto que, sin embargo, han conseguido conjugar en él tanto el aspecto funcional como el referido a la seguridad».
El Departamento de Prensa de la institución remitió a todos los medios acreditados un dossier donde se explica el funcionamiento del dispositivo utilizado. Se trata de una gran verja, a la que se len han dado varias capas de pintura anticorrosión -uno de los mayores problemas a los que se enfrentan todas las construcciones que están cerca del mar- y que se activará a través de un botón situado en un gran interfono -el mas grande de Europa- que los barcos que pretendan entrar o salir de puerto deberán pulsar con alguna herramienta larga (palo, mástil, remo,…) a elegir entre las distintas homologadas por la propia Autoridad Portuaria.
Una vez activado el botón, un técnico de seguridad debidamente acreditado responderá y solicitará la identificación del barco, comprobará que tiene los permisos para la maniobra de entrada o salida y, seguidamente, procederá a la apertura de la verja, que tarda unos 8 minutos en abrirse completamente.
A preguntas de uno de los periodistas presentes, que señalaba la posibilidad de que algún barco se empotrase contra la puerta para abrirla y huir, el coordinador de seguridad del Puerto de Santa Cruz advirtió que esa posibilidad había sido contemplada, y que, además de sonar una alarma, la verja está construida con una mezcla de metales que han sido imantados previamente por lo que, sin un barco choca contra ella y la rompe, sus trozos quedarán fuertemente agarrados al casco por lo que será fácil localizar al infractor. Las embarcaciones de fibra o de madera se asegura no soportarán el choque sin sufrir importantes daños.
Sí, y ya de paso ponen una azotea como la de la estación marítima o el de los «futuros terminales de cruceros para que paseemos por encima»