Según ha informado el Gobierno de Canarias en una nota, el nivel de gofio del zurrón ha descendido en los últimos dos años a mínimos históricos, lo que pone en peligro la continuidad de la tradición de pedir gofio al que trae el zurrón aquí. Esta alarmante minoración podría deberse a años de reparto indiscriminado y sin criterio, en los que el que quería gofio lo pedía directamente al dueño del zurrón, sin informe de los Servicios Sociales municipales ni aval de ningún organismo oficial.
Preguntado a la salida del Parlamento, el responsable de Agricultura Juan Ramón Hernández ha asegurado que «desde el Gobierno de Canarias queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a la población; es cierto que el nivel de gofio ha bajado pero no está en riesgo el suministro, y el Ejecutivo adoptará medidas para garantizar que el que quiera gofio me lo pueda seguir pidiendo a mí, o a quien traiga aquí el zurrón».
Los sindicatos acusan al Gobierno de no haber sido previsor y de no haber adoptado medidas legislativas para evitar que se llegara a esta situación. Leopoldo Vélez, fundador del Círculo Trigo Tostado de Podemos, ha manifestado su preocupación «porque cada vez hay más evidencias de que la casta ha acaparado el gofio para mezclarlo con miel, almendras e incluso caldo, dejando a las clases trabajadoras sin una distribución justa del gofio disponible, que es gofio que ellos también han producido».
Por otra parte, las manos metidas en la lata del gofio están a punto de alcanzar ya el fondo, según un teletipo urgente de Associated Press.
