Habitualmente, el Papa dedica el rezo del Ángelus cada domingo a aquellos que sufren en diferentes partes del mundo y a hacer llamamientos cristianos a la paz, la unidad y el amor al prójimo. Pero en esta ocasión, el Papa Francisco se ha permitido una pequeña muestra de humano egoísmo y ha pedido a Dios, en varios idiomas, que le libre «humanamente y sin daño» de Carlos Alonso, presidente del Cabildo Insular de Tenerife, quien lleva varios días en el Vaticano persiguiendo al Pontífice para hacerse selfies con él e invitarlo a Tenerife en el marco de las más variadas ocasiones.
Como se recordará, la semana pasada el Papa Francisco recibió a una delegación de la Esclavitud del Cristo, que iba acompañada por el presidente del Cabildo. Si bien la delegación ya regresó a la Isla, Alonso ha permanecido en la ciudad del Vaticano con un pase VIP de fabricación propia, con el que ha intentado entrar en las estancias pontificias para hacerse algunas fotografías con el Santo Padre para subirlas a sus redes sociales e ir agitando así la precampaña de las elecciones del próximo mayo. No obstante, el Papa no parece haber sido muy receptivo hasta este momento. Fuentes del Vaticano confirman a El Baifo Ilustrado que el Papa ha tratado de ser compasivo con el presidente y atenderle en la medida de lo posible, pero que en privado se le ha escapado algún «pero qué hace acá otra vez este boludo», señal de su fuerte carácter argentino.
Desde el Cabildo de Tenerife esperan que el presidente tome la decisión de volver lo antes posible, mientras una delegación encabezada por Efraín Medina se prepara para partir hacia Nepal, donde esperan reunirse con el Dalai Lama e invitarlo a próximas ediciones de Tenerife Moda.
