Los hechos acaecidos en el seno del Partido Popular la semana pasada han tenido un débil eco en Canarias. Apenas una tibia declaración de apoyo al presidente Pablo Casado, cuyo liderazgo está cada vez más en duda, ha salido de las Islas en dirección a Génova. La reciente nueva dirección de los populares canarios lamenta que la insularidad y la lejanía resten peso a las Islas y les dejen al margen de los navajeos nacionales.
Desde el entorno del nuevo secretario regional, Manuel Domínguez, señalan que «Canarias necesita meter representantes de peso en la dirección nacional, aunque sea Antonio Alarcó, pero alguien que esté presente y que pueda acaparar tiempo en los medios aunque sea no diciendo nada, quizás para eso el senador Alarcó sea la persona adecuada». Estas mismas fuentes añaden que «se miran con un poco de nostalgia los tiempos en los que José Manuel Soria estaba en todas las salsas, al tanto de los navajeos e incluso participando activamente en algunos, ese tipo de cosas ayudan mucho a la cohesión de la organización».
En estos momentos, el PP canario aguarda desde la cautela el desenlace de la trifulca entre Casado y Díaz Ayuso para decidir si reafirman su apoyo al líder nacional o empiezan a recoger cable en vistas a acontecimientos futuros. Por si acaso, un portavoz de Domínguez se ha apresurado a explicar que el apoyo a Casado era «a Casado como persona y ser humano».
