El domingo pasado, a iniciativa de Carmen Tejera, presidenta del Rastro de Santa Cruz de Tenerife, tuvo lugar en el emblemático mercadillo una acción reivindicativa para exigir al Cabildo que cree la denominación de Zona Comercial Abierta Esporádica, de modo que el Rastro pueda acogerse a subvenciones y, sobre todo, visitas del consejero del Área de Comercio, Efraín Medina. Megáfono en mano y subida a una caja de plátanos, la presidenta fue desgranando las demandas de los comerciantes en diversos puntos del rastro, que ya se extiende hasta cerca de Santa María del Mar.
Tejera asegura que «somos una zona comercial que no puede ser más abierta, no sé qué hace falta aquí para que el Cabildo nos dé unas perritas y Efraín Medina venga de vez en cuando a darnos abrazos y palabras de ánimo». La presidenta cree que con esa inyección económica «podríamos poner toldos iguales o combinados y renovar las mantas que extendemos el suelo, así como impartir una segunda edición del curso para diferenciar antigüedades de basura».
Asimismo, Carmen Tejera hizo una valoración positiva del periodo de rebajas, ya que asegura que «estamos teniendo una gran afluencia de público, y respetamos escrupulosamente las normas; bajamos el precio de los artículos pero no su calidad, que sigue siendo tan mala como antes de las rebajas».