Según informa la agencia EFE, en los próximos días el Ratoncito Pérez presentará un ERE para reducir su plantilla en un 70%, lo que imposibilitará seguir atendiendo a los miles de niños españoles a los que se les cae un diente.
Con la presentación formal de este expediente de regulación de empleo se pone fin a una campaña de pérdidas inasumibles, según el portavoz de la empresa, que ha llevado a tomar medidas drásticas para tratar de salvaguardar el espíritu de fondo de un proyecto que lleva entre nosotros desde el siglo XIX.
Con la llegada de la crisis, se encargó a una Consultora de reconocido prestigio, El Instituto Noos, que preparase y llevase a cabo la privatización de alguno servicios de la compañía, pero el resultado no fue el esperado. Muchas de las entregas no llegaban a su destino o llegaban tarde. Una auditoria externa acabó revelando que se estaba produciendo un desvío de fondos hacia un paraíso fiscal y se empezaron a recibir denuncias de niños a los que no sólo no se les dejaba la moneda correspondiente sino que eran coaccionados a entregar los objetos de valor que atesorasen o que, simplente, descubrían con tristeza que durante la noche les habían abierto la hucha, llevándose sus pequeños ahorros.
Tras este escándalo, el Ratoncito Pérez destituyó a su Director de Logística y al responsable del departamento financiero, pero aunque se puso mucho esfuerzo en recuperar el terreno perdido, el golpe a la credibilidad y confianza de los niños ya había dado sus frutos. Además, en los últimos tiempos, la falta de financiación, la caída de las subvenciones públicas y el intrusismo laboral de empresas low-cost (La Comadreja Rodríguez, el Hamstercito González y hasta una empresa china, El Panda Xin Dieng-Te) han provocado una fuerte caída en la demanda, obligando a realizar esta reestructuración.
En una escueta nota de prensa firmada por el propio Presidente de la compañía, Ratoncito Pérez lamenta los errores de planificación y gestión de los últimos años, y promete seguir trabajando para volver a colocar a la empresa como referente en lo que a contraprestaciones dinerarias a cambio de piezas dentales se refiere.
Esta medida, que no coge por sorpresa a la principal asociación de niños con dientes de leche del país, va a suponer un descenso importante en los ingresos que reciben los niños entre los 6 y los 9 años, estimándose un impacto negativo en el consumo de golosinas y estampas para el segundo semestre del año.