Dentro del mundo de la abogacía canaria, la figura de Eligio Hernández ha destacado siempre por su imponencia de antiguo luchador y por el constante recordatorio de que fue Fiscal General del Estado en los tiempos de Felipe González. Su presencia mediática ha sido constante durante los últimos treinta años, convirtiéndose en uno de los rostros que la población canaria identifica con la justicia. No hay caso mediático para el que no se requiera su opinión, razón por la cual se le ha otorgado este galardón, recién creado por abogados de las islas con clara vocación por salir en cualquier medio que pida su concurso.
El premio Bigotes galardona la presencia mediática de los abogados de las islas y recibe su nombre del más representativo de los letrados en este sector, que lleva en primera plana desde el tiempo del crimen de los Urquijo. Uno de sus promotores es el hispano-japonés Kodoni Furenai (コードに触れない) colegiado de Las Palmas, que nos explica la filosofía del galardón: “Para optar a este premio no hace falta otra cosa que ser una autoridad en el mundo legal para el público. La sapiencia jurídica es un aspecto menor, siempre y cuando la gente piense que el leguleyo tiene una mínima idea de lo que habla, como es el caso. Don Eligio cuenta con la ventaja de haber sido Fiscal General del Estado y eso es un dato inamovible. Las circunstancias intrínsecas de su nombramiento y cese, así como la nulidad de su designación no son relevantes, en la medida en que son desconocidos por la sociedad o han sido convenientemente olvidados por el interesado. Para esta primera edición era el candidato ideal.”
El galardón consiste en una placa en la que, bajo la silueta de un bigote imperial está grabada la máxima “Lo importante no es que sea, sino que la gente se lo crea.” El premio da derecho a recibir un par de calcetines de diseño exclusivo de la temporada de otoño-invierno de Inurria Style, que serán entregados en un emotivo acto en algún establecimiento que acepte dar condumio gratis a cambio de promoción.