El reciente goteo de salidas de las filas de Vox en el último año y medio ya ha cristalizado en una nueva opción política que, si bien por ideología se sitúa en el mismo punto del espectro o incluso más allá, ofrece una novedosa propuesta organizativa, poco común en las formaciones de la derecha española. Los escindidos de Vox en las Islas han presentado un nuevo partido, Democracia Nacional Asamblearia, con el mismo ideario que defendían en su anterior formación pero con los hábitos de organización y debate que habitualmente se ven en los partidos de izquierda, como respuesta a la falta de «democracia interna» que han denunciado del partido de Abascal.
Democracia Nacional Asamblearia nace así como un partido de extrema derecha pero que está abierto a escuchar opiniones discrepantes, siempre que se mantengan dentro del ideario. Isidoro Morín, portavoz de la nueva formación y anterior simpatizante de Vox, explica que «Democracia Nacional alude a una marca ya establecida en el imaginario que nos ubica ideológicamente, pero el Asamblearia también nos da modernidad y pluralidad, y hace que la gente que quiera acercarse tenga claro que aquí la discrepancia es bienvenida, dentro de un orden, no como a nosotros, que nos dimos cuenta tarde cuando ya llevábamos no sé cuántas elecciones para Vox y con cargos y todo, aunque es verdad que a algunos se dieron cuenta de la falta de democracia cuando ya estaban cobrando o cuando otros partidos les ofrecieron cargo y sueldo, a veces pasa, son cosas de la vida política».
Isidoro Morín, quien confiesa sus deseos de «medrar aquí que en Vox no pude porque no soy muy de ir a misa», asegura que «estamos empezando a organizarnos en cuadrados de debate y óvalos de discusión, nunca círculos porque eso es de comunistas, para pulir nuestro programa de cara a las próxima elecciones, que nunca se sabe cuándo pueden ser». El slogan «Por una cosa o por la otra, siempre la mano levantada» tiene todas las papeletas para ser el oficial del partido.