Emprender, esa dura aventura

Grupo de empresarios canarios presenta un novedoso proyecto de emprendimiento

Emprender, esa dura aventura
Imagen alegórica del emprendimiento. Fuente: RunRun.es

“¿Por qué hacer las cosas bien, cuando podemos hacerlas como siempre?” Con este provocador eslogan se ha presentado CANCHANCHA, un programa de emprendimiento apadrinado por un selecto grupo de empresarios canarios que se presentó en el día de ayer en el municipio majorero de Betancuria. El portavoz de este colectivo, Joan Pi Romeu, ha explicado a representantes de los medios desplazados a la localidad las líneas maestras de ese programa.

Asumir las realidades cotidianas

El empresario canario-catalán, conocido promotor de eventos musicales en Fuerteventura, nos explica que él y sus colegas quieren brindar su experiencia negocial a las nuevas generaciones que se lanzan a la aventura de emprender y de fundar su propia empresa. “Queremos que las administraciones, los gobiernos, las cámaras de comercio y las universidades asuman nuestra filosofía del emprendimiento” –afirmó don Joan, célebre por haber organizado en la isla capraria eventos como Ultrasound Ultratumba o Cofete Copy & Paste Festival. “¿Por qué hay que innovar o importar cuando aquí tenemos toda una tradición en la forma de hacer los negocios?” –remachó con su habitual vehemencia.

Decálogo de CANCHANCHA

La rueda de prensa termino con el recitado por parte de Pi Romeu de los principios inspiradores de CANCHANCHA:

• Principio de los hechos consumados: empiece su actividad sin pedir licencia. Cuando lleve el tiempo suficiente ya no será necesaria.
• Principio de la retribución por promoción: pague siempre a sus colaboradores y trabajadores en prestigio y experiencia. ¿Qué valor puede tener el dinero ante esos invaluables beneficios?
• Principio del autodidacta: los títulos están sobrevalorados y los titulados tienen la peregrina idea de querer cobrar según su formación. Busque siempre el asesoramiento de profesionales hechos a sí mismos o hágalo directamente usted mismo.
• Principio de la amistad informática y artística: asesórese por amigos que afirmen conocer cómo funcionan los ordenadores. Pídales ayuda con la página de su negocio y con el diseño del logo. Si juega bien sus cartas podrá aplicar el principio de la retribución por promoción.
• Principio de la copia: no invierta en nada original si puede obtener una versión alternativa a la mitad de precio.
• Principio del trueque: intente convencer a proveedores y acreedores de las virtudes de pagarles lo que se les debe con bonos descuento, publicidad o cualquier otro tipo de elemento que no suponga rascarse el bolsillo.
• Principio de la subvención lacrimógena: busque el apoyo de las instituciones siguiendo la máxima “déjenos el dinero que nosotros ya…”. Si nota que se resisten o dan largas, apele a la tradicional aura de malditismo con la que se revisten algunos emprendedores. Hable de manos negras, conspiraciones y de gobernantes que dan la espalda a su pueblo.
• Principio de autoridad: responda a críticos, escépticos y dudosos con una referencia a su persona. Su experiencia, su trayectoria y su propio nombre valen más que cualquier dato, prueba o indicio que se le exija.
• Principio de la no diversidad idiomática: despreocúpese por aprender cualquier otro idioma. Ha tenido la suerte de nacer en un país hispanoparlante. Si alguien quiere hacer negocios con usted que se preocupe en hablar en castellano.
• Principio de la calidad intrínseca: alabe sus productos y servicios vinculándolos a su origen. Si son de aquí han de ser necesariamente buenos. Más que buenos ¡los mejores! Aplique lo aprendido a la hora de aplicar los principios del autodidacta, de la subvención lacrimógena y de la autoridad.

Última hora

Antes de publicar esta noticia en nuestra página web, nos han llegado varios e-mails en los que se informa de la aparición de otras iniciativas similares en otros puntos de la geografía canaria. Así, un grupo de empresarios tinerfeños ha presentado en Buenavista el proyecto CHANGA y otro de Gran Canaria ha hecho lo propio con la iniciativa CHAMBERGA. La filosofía inspiradora en ambos casos es equivalente a la de CANCHANCHA.

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