Con la nueva tributación del IVA al 21% en Servicios Funerarios, cada funeral (de coste medio en España 2.500 euros) supondrá una recaudación de 525 euros para las arcas del Estado. Se calcula que cada año los ayuntamientos gastan 7500 euros en sepelios de personas sin recursos que no pueden costeárselos.
¿Pero realmente no pueden o se trata de una nueva artimaña para no pagar el «último impuesto»? El Gobierno sospecha que muchos ciudadanos españoles -auténticos culpables de la crisis que azota España- utilizarán su fallecimiento como pretexto para defraudar. Para poner coto a esta creciente práctica de morirse sin pagar y a la espera de que sea tipificada como delito en el nuevo código penal, el ejecutivo de Mariano Rajoy estudia la creación de una policía espectral que perseguirá a los morosos más allá de la tumba.
El nuevo cuerpo, que estará formado por agentes caídos en acto de servicio, será dirigido desde el mundo de los vivos a traves de funcionarios sensitivos de la Agencia Tributaria. «Una vez que alguien muere no es fácil seguirle la pista», señala Morticio Bélmez, coordinador del proyecto, «por eso es fundamental interceptarlo cuando todavía está en el purgatorio».
Al moroso se le hará llegar un primer aviso de la Agencia Tributaria a través de la güija. Acto seguido se le efectuará una llamada psicofónica recordándole el impago de la deuda. Hacienda mantiene conversaciones con Jesucristo, dioses babilonios y divinidades griegas a la espera de cerrar acuerdos de «extradición» que permitan regresar al defraudador al menos el tiempo suficiente para que pague, momento en el que se le permitirá descansar en paz.
«La ciudadanía española debe entender que morir no puede convertirse en una acto insolidario», recuerda Bélmez, quien adelanta que la Agencia también trabaja en la creación del impuesto por nacimiento de nuevo hijo y en el del llamado «De la edad del pavo», que empezará a pagarse a la entrada en la adolescencia.
Pues me hago mMusulmán , que Mahoma no ha firmado…