Vuelvo a reunirme con el investigador herreño Juan Carromero. Una vez recuperado de su última gastroenteritis, el buscador de la verdad afincado en La Cuesta vuelve en un conocido local de comida rápida de Santa Cruz para revelarme las sorprendentes averiguaciones de sus últimas pesquisas: Pablo Iglesias no existe.
Mientras da buena cuenta de su tercera hamburguesa doble con triple de queso amarillo, Juan me cuenta cómo se topo con esta inquietante información: “todo empezó cuando leí tu entrevista a Herminia Fumero. Me llamó mucho la atención el interés que todo el mundo parece tener en dos perfectos desconocidos. Afortunadamente, mi afinado instinto para detectar la mano de ‘aquéllos que no quieren revelarse ni que nos rebelemos’ me llevó a seguir varias pistas escondidas en periódicos como ‘ABC’, emisoras como ‘Radio San Borondón’ o series como ‘El Chavo del Ocho”. Finalmente encontré la respuesta en el caserío conejero de Ye.”
Mientras rechazo repetidamente su ofrecimiento para compartir una cuarta hamburguesa y una triple ración de papas locas con mechada, Carromero continúa su apasionante relato:
“En una de las casas más apartadas encontré a una mujer que mis contactos me habían definido como asesora política y comunicadora de alto nivel. Milagros Vanili, decía llamarse, pero me rogó repetidamente que la llamara ‘Mily’. Delante de un servicio de té con pastas, me explicó cuanto quise saber:”
“-Señor Carromero, ya que ha llegado usted hasta aquí, merece saber la verdad: Pablo Iglesias fue concebido y creado en esta misma sala, con un poco de imaginación y un mucho de ese ordenador con logo manzanero del escritorio.”
“-Pero, señora- pregunté -¿Cómo es posible? Hemos visto sus declaraciones. Hemos escuchado sus discurso. Hasta yo mismo sigo el canal de la Tuerka en YouTube…”
“-Han visto lo que han querido ver, muchacho –contestó con una sonrisa- ¿Le parece casual que esa gran esperanza blanca con coleta haya aparecido en un momento como éste y se llame, oh casualidad, como el padre del socialismo español? Tenía entendido que los investigadores del misterio como usted tenían la capacidad para ver pautas donde otros sólo ven interferencias Qué decepción.”
“-Eeeh, sí, estooo… pero no se parece mucho al Pablo Iglesias original ¿no?”
“-No pretenderá usted que presentara un clon del original, con boina y todo. La imagen de este joven es el resultado de un proceso informático con el más avanzado software de imagen. Hemos cogido fotos de unos jóvenes Vestrynge y Monedero para crear al candidato ideal. Para la voz hemos seguido un proceso similar, a partir de las de Alberto Garzón y Eparquio Delgado.
“-Pero ¿cómo es que nadie se ha dado cuenta? Una cosa es trucar fotos, distorsionar voces… y otra crear a una persona de la nada. Me cuesta creerla.”
“-¿Por qué le cuesta tanto? Jugar con la imagen es el primer objeto de estudio que todo buen asesor y analista debe abordar y más en este mundo mediático en el que vivimos. La imagen lo es todo y, con la sociedad que tenemos, más importante que el contenido.”
“-Pe… pero ¿y las promesas? ¿y las ilusiones generadas en la gente? ¿y el debate generado en la calle? ¿y los odios y amores…?”
“-Pare, pare que le va a dar a dar una embolia. ¿Es que no se ha dado cuenta de que en realidad no hay en esta fachada más de lo que la gente ha querido depositar en él. Unos lo ven como un comunista ortodoxo (generalmente, los que no han visto un rojo de verdad en toda su vida); otros como la gran esperanza blanca (ya podrían aprender de la experiencia de Grecia) y otros más como alguien más peligroso que el cornudo demonio (y no vea usted lo bien que funciona todavía el miedo). El detalle de hacerle profesor universitario tampoco ha sido casual: para sus adictos es alguien muy preparado al que un doctorado ha ungido para gobernar; para sus detractores, otro vividor de la ubre pública que habría que defenestrar junto con el conjunto de la educación superior hispánica. Al final, ha resultado ser una efigie más útil de lo que pensaba en un primer momento”
“-Esta noticia es una bomba, señora Vanili. La reacción de la población ante este nivel de manipulación puede ser inconcebible.”
“-No me haga reír, jovenzuelo. La gente se traga lo que cuentan en los noticieros televisivos; pica cada cuatro años con unos programas electorales que contradicen el ideario del partido político que los propone; cree que una panda de bestezuelas movidas por el más cavernario sentimiento religioso son unos luchadores por la libertad. Si después de siete años de crisis, recortes y pérdida de derechos el pueblo sigue pendiente del balompié, los ‘realities’ y la prensa del corazón, saber esto que le estoy contando le escandalizará hasta el próximo Barça – Madrid.”
“Abandoné cabizbundo y meditabajo la casa de la misteriosa asesora y ahogué mis penas en Tenerife con una bolsa de perritos calientes de Casa Peter. No te preocupes por mí, Mobutu. Soy un luchador y mañana estaré en la brecha, yendo en pos de aquellos que moran tras lo oculto en la sombra”.
Después de este emotivo juramento, hube de acompañar al pobre Juan a urgencias del HUC, al haber sufrido una indigestión provocada por el mal estado de la carne picada de sus hamburguesas.