Tiburcio Fumado, cronista sanitario y comunicador autodidacta, ha publicado en su última entrega de la columna “La reflexión de Disraeli” (que publica en el digital Aquí Canarias) una noticia que ha removido y conmovido los cimientos de la prensa canaria: el dueño del periódico El Día llevaría muerto treinta y ocho años. Siempre según Fumado, don José Esteban Rodríguez Ramírez habría fallecido alrededor en el otoño de 1975, como consecuencia de un “parreflús” producido por algún disgusto de origen desconocido.
Fuente de indudable crédito
En su columna el propio Tiburcio cita la cuenta de Twitter del parapsicólogo Tinerfe Loro como origen de la noticia. Al parecer, el investigador gomero habría llegado a esa conclusión a partir del análisis de una entrevista que Mercedes Rodríguez, hija del presunto difunto, concedió a Andrés Chaves en el programa “Superconfidencial” de El Día TV. Loro aplicó a la misma una técnica de análisis de su invención, destinada a encontrar mensajes ocultos en textos, grabaciones y posos de gofio escaldado. Su “escudriñamiento cuántico-orgónico” consistió en este caso en extractar las primeras palabras pronunciadas por la entrevistada en intervalos de cinco minutos. El resultado arrojó este inquietante mensaje:
No… presumir… recuerdo… revolución… ya… puede… yo… mejor… pero.. será… sabemos.
Fumado ha facilitado los enlaces a las dos partes del programa para que los que él llama “escépticos incurables” hagan sus propias comprobaciones:
SUPERCONFIDENCIAL 281212 1 from EL DÍA televisión on Vimeo.
SUPERCONFIDENCIAL 281212 2 from EL DÍA televisión on Vimeo.
Loro explicó a sus nueve mil seguidores en Twitter (un ochenta por ciento de los cuales corresponden a perfiles falsos) que las palabras recogidas con su sistema analítico pendiente de patente articulaban una realidad clara: no se puede presumir del recuerdo de don José, y su marcha supuso una revolución a la de ya. Su heredera Mercedes ya se maneja mejor en las lides del negocio familiar, pero será mejor esperar al día de mañana para confirmar lo que sabemos.
Ecos psicovideofónicos
Fumado termina su impactante noticia contando la explicación que Loro da a las apariciones de estos años de don José en toda suerte de eventos, homenajes y encuentros. Al parecer, los testigos de estas apariciones han estado percibiendo el eco electromagnético y espiritual del carisma del difunto, que se manifestaría a través de episodios de “escritura automática” en los que el espíritu tomaría posesión del cuerpo de cualquier plumilla para escribir sus incendiarios editoriales. Sin embargo, advierte Tinerfe, han sido constantes sus ausencias en los múltiples procesos judiciales de los que ha sido protagonista, lo que es señal inequívoca de que don José habría pasado a otro plano de la existencia.