Juan Cruz copa por completo la programación del Otoño Cultural de CajaCanarias (Banca Cívica, La Caixa o lo que sea). La organización de la obra cultural de la entidad de ahorro presentó este viernes la nueva entrega del Otoño Cultural, programación que durante tanto tiempo hizo honor a su nombre (al otoño) con una premisa esencial: «¿Para qué comernos el coco viendo si Juan José Millás o Sami Naïr tenían un hueco en su agenda de conferencias? Como ya teníamos a Juan Cruz seguro, dijimos, pues que lo haga todo».
Así, Juan Cruz inaugura el viernes 5 de octubre el ciclo de entrevistas «Entre Rockefeller y doña Croqueta», donde a guisa de ventrílocuo entrevista a los muñecos de Maruja Torres, Federico Mayor Zaragoza y Vicente Verdú, en cada uno de los primeros viernes de octubre. Uno de los momentos más esperados será la charla: «¿No querías caldo?», donde Juan Cruz se entrevista a sí mismo. Descartada por limitaciones presupuestarias la posibilidad de que un segundo Cruz estuviera presente en forma de holograma, el periodista portuense irá corriendo de un sofá a otro en el salón de actos de CajaCanarias. En declaraciones a este medio, Juan Cruz afirmó: «Ya me estoy preparando con carreritas por el Retiro con una mochila cargada de libros, de paso practico el bookcrossing, pero sin pasame que me dice mi entrenador personal que me engaño a mí mismo dejando todos los tomos en el primer banco». Ante la duda de si Juan Cruz irá de traje, de chándal o esa cosa tan de su generación de ponerse un vaquero y una americana, Juan Cruz sorprende de nuevo: «De repente me pongo un chándal con una americana…», dijo con su grácil voz.
La apuesta por Juan Cruz llega al límite de que el escritor tinerfeño será responsable también de la parte musical. «Puestos a hacer el ridículo con un grupo de Mongolia que no conoce ni su puta madre y que ya ni colaba con el tema de ‘nuevas músicas’, le dimos a Juanito un pito de murga y los resultados son sorprendetes», afirma Carminha Pesares, máxima responsable de la Obra Social. Juan Cruz promete, además de su concierto para kazoo y mandolina, una inesperada noche de boleros con Caco Senante al piano y otro fulano tocando realmente el piano.
La Obra Social no olvida este año al cine, aunque la política de recortes, que por ahora se traduce en que Juan Cruz se lo tragará todo, lleva a dedicar el ciclo de cine a la filmografía inuit de Groenlandia. «Aún no hemos encontrado nada parecido a una peli, hay cositas de vídeos de whattsup, como es el caso de un ‘Hormigos’ de una de una tribu que le manda un vídeo sexy a otro de otra tribu, pero nuestro comité de expertos, compuesto obviamente por Juan Cruz, está decidiendo si esto es proyectable o si directamente se lo vendemos a Bolorino Armani para que le dé aire por ahí».
Por su parte, el Club de Fans de Juan Cruz, con dirección en la calle Ranilla número 2, comenta lacónicamente: «Lo amamos, pero todo tiene un límite».
