Juan Márquez intenta reconciliarse con el Museo Canario comprando los Reyes en la tienda de regalos

El viceconsejero de Cultura, Juan Márquez, protagonizó la semana pasada una desagradable polémica con el Museo Canario, tras eliminar del presupuesto regional una partida de 250.000 euros que habitualmente se destinaba a gastos estructurales de la institución, sin haber avisado a la dirección de la misma. Esta sociedad científica y cultural, una de las más antiguas de Canarias, denunció que se había encontrado desprovista de esta cantidad y desde la viceconsejería se alegó que ese dinero se podía aportar por parte del Cabildo. El revuelo y la airada reacción del Museo obligó al viceconsejero a dar marcha atrás y reincorporar el dinero al presupuesto, como se había hecho en años anteriores.

El equipo de la viceconsejería de Cultura, así como varios altos cargos de Podemos, han dado orden a Márquez de congraciarse con la institución para enterrar este incómodo episodio, y según hemos podido saber en El Baifo Ilustrado, el camino elegido por el viceconsejero ha sido acudir a diario a la tienda de regalos del Museo para adquirir en él diversos artículos con los que obsequiar a amigos y familiares en las próximas fechas navideñas. La encargada de la tienda resalta que «es muy simpático y educado, y la verdad es que está haciendo gasto, estamos facturando como yo no recordaba; todos los días se lleva unas cuantas cosas envueltas para regalo».

Por su parte, Juan Márquez niega que estas súbitamente asiduas visitas a la tienda de regalos del Museo Canario tengan como objetivo reconciliarse con la dirección; según explica «sólo intento anticiparme a un posible desabastecimiento por Navidad y tener ya comprados los regalos, porque estoy seguro de que a los niños de la familia les va a hacer mucha ilusión el compact disc de poemas de Pedro Lezcano que les he pillado, o los facsímiles del mapa ‘Statuum Maroccanorum Regnorum’, quién va a querer una Play teniendo uno en casa». Eso sí, el viceconsejero no deja de reconocer que «si de casualidad me encontrase con el director del Museo, que para nada me estoy haciendo el encontradizo, pues le invitaría a un café y charlaríamos amigablemente, por supuesto».

Por su parte, el presidente de la Sociedad Científica del Museo, Diego López, parapetado tras una columna, accedió a atender a este medio una vez se hubo asegurado de que Juan Márquez había abandonado el edificio, «porque a mí con ese señor no me apetece hablar ahora mismo».

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