El reciente fallecimiento del inmunólogo atacuno Manuel Elkin Patarroyo ha dejado a Canarias sin uno de sus científicos más conocidos. Periódico visitante de las islas, su nombre es tan popular como el de Enrique Meléndez, por citar a otro investigador visionario de fama semejante en la región. Lo que no es tan conocido y ha revelado recientemente la periodista Verónica Pavés es la querencia de Patarroyo por las representaciones culturales insulares y, más específicamente, por las carnestolendas. Tal era la dimensión carnavalera del alma del científico que la más prestigiosa de las murgas chicharreras, la Afilarmónica Ni Fu Ni Fa dedicará a su memoria una versión de su más entrañable canción: el Cubanito.
En rigurosa primicia les dejamos las primeras estrofas de esta nueva versión del clásico:
Colombiano soy, señores
Colombiano y muy formal
Me dedico a las vacunas
Y no se lo digo más
La vacuna para cuándo
Me preguntan sin descanso
A mí déjenme a mis cosas
Y no toquen los
Colombiano soy, señores
Colombiano y muy formal
Me dedico a las vacunas
Y no se lo digo más
Yo regalo mi patente
Cabreando a las boticas
Empresarios negociantes
Siempre exprimen los
Colombiano soy, señores
Colombiano y muy formal
Me dedico a las vacunas
Y no se lo digo más
Dicen los ecologistas
Que experimento con monos
Vayan y hagan algo útil
Y dejen de tocar
Colombiano soy, señores
Colombiano y muy formal
Me dedico a las vacunas
Y no se lo digo más
Dicen que cobro millones
Mi presencia da prestigio
Mas no toco ni una tiza
No me ven ni los
Colombiano soy, señores
Colombiano y muy formal
Me dedico a las vacunas
Y no se lo digo más