La Asociación Canaria de Delincuentes ha celebrado un año más su gala de entrega de premios a los más destacados maleantes, bandidos, estafadores y facinerosos del panorama archipelágico, los conocidos como «Apandadores de Oro», en una dinámica ceremonia celebrada en una sala de fiestas de El Rosario (Tenerife), acordonada por la policía, y de la que muchos premiados huyeron a través de un pasadizo conectado a un falso cuarto de aperos de tres pisos.
Es el sexto año que se entregan estas distinciones, cada vez más consolidadas en el panorama delictivo de las Islas, y el segundo que repite como maestro de ceremonias un conocido periodista local, amigo íntimo de muchos de los miembros de la Asociación, que a modo de deferencia hacia los premiados les ha obsequiado con ejemplares autografiados de alguno de sus libros.
La gran novedad de la edición de 2012 ha sido la incorporación del premio «Apandador de Oro» al mejor delincuente 2.0, que distingue a quienes han hecho un esfuerzo para innovar la práctica delictiva a través de Internet. El galardón ha recaído en Félix G. J., autor de una ingeniosa estafa cibernética con la que ha logrado birlar el número de tarjeta y pin de hasta 2.500 clientes de diez entidades bancarias distintas. En su discurso de agradecimiento, Félix tuvo palabras para sus profesores de Informática en FP, y anunció su próxima retirada del mundo del latrocinio, «ya que con lo que he aprendido me siento capacitado para ser community manager, que es mi vocación; pero las nuevas generaciones de delincuentes saben que pueden contar conmigo y con mi experiencia para lo que quieran».
En el apartado de estafas solidarias, los hermanos Martín y Gonzalo J. S. han sobresalido en esta edición, y por tanto han sido galardonados, por su falso concierto solidario a favor de Macarena, una niña con una extraña enfermedad congénita cuya única cura posible era un trasplante de nalgas que sólo se podía efectuar en Honolulu. Además de embaucar a destacados artistas regionales, consiguieron el patrocinio de hasta tres Ayuntamientos y vendieron unas quinientas entradas. Mediante una conexión en directo desde Salto del Negro, los hermanos J. S. alabaron «la gran solidaridad del pueblo canario, cuyo afán por volcarse a favor de los necesitados, aunque sea en causas tan evidentemente absurdas, estimula a los delincuentes a mejorar en su labor día tras día».
Uno de los premios más esperados de la noche fue el «Apandador de Oro» al delincuente a gran escala, más conocido como «Premio Especial Guante Blanco», y que este año ha recaído en una relevante familia de empresarios, según el fallo del jurado «por su entusiasta evasión de capitales, la delicada ingeniería financiera que han tejido para tributar menos que muchos autónomos y las continuas conculcaciones del Estatuto de los Trabajadores en los locales turísticos que regentan». El premio fue recogido por un testaferro u hombre de paja, quien aseguró no saber nada de las cosas del patrón y simplemente pasar por allí, cosechando los aplausos de toda la sala.
Por último, cabe destacar que uno de los momentos más emotivos se vivió con la entrega del «Apandador de Oro» de honor a toda una vida de delitos al patriarca del clan de los Jaboncillos, una saga familiar de delincuentes originaria de Santa Cruz, que fue recogida por su nieto, en libertad condicional tras una quincena de asaltos. El joven subrayó en su discurso que «del abuelo lo hemos aprendido todo, desde el carterismo al descuido hasta el robo con violencia, siempre procurando que no se perdieran las mañas con las que él creció; hemos querido ser artesanos del latrocinio en un mundo hipertecnificado, invadido por arribistas del robo que no conocen ni respetan nuestras tradiciones criminales».
La Asociación Canaria de Delincuentes se ha mostrado extraordinariamente satisfecha por el desarrollo de la gala, y ya piensa en innovaciones para la próxima edición, como una alfombra roja con su correspondiente «photocall» de frente y de perfil.
¡Qué gran figura la del testaferro!. Demostrando su profesionalidad en todo momento.
El problema de los hombres de paja es que los queman con facilidad…