Entre los medios de comunicación desplazados a Roma para cubrir la noticia del cónclave vaticano corre el rumor de que existe una importante corriente de opinión que está dispuesta a proponer como nuevo pontífice, y figura destinada a renovar la imagen de la iglesia católica, al delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo.
Esta corriente renovadora de la iglesia, que podría llegar a reunir a 43 de los 115 cardenales elegidos para nombrar al nuevo Papa, tratará de influir en los mas reacios a promover un cambio tan radical en las estructuras de la institución, y tal como adelanta el diario L’Opinione di Roma, será el cardenal Portugues, Monseñor Mourinho, el que defienda la elección del jugador.
En un manifiesto interno, remitido semanas atrás por el propio cardenal a los miembros del ala renovadora, al que ha tenido acceso L’Opinione di Roma, y del que El Baifo Ilustrado ha conseguido una fotocopia bastante buena, Monseñor Mourinho destaca de la estrella madridista una serie de virtudes que lo presentan como el candidato ideal para resultar elegido:
«En primer lugar, hay que señalar que ya desde su nombre, Cristiano, podría postularse fácilmente como portavoz de la iglesia, pero no sólo eso, sino que destaca su compromiso con el blanco, un color primordial en la vestimenta papal. Además, se tiene en cuenta su capacidad para atraer a los más jóvenes a la iglesia, uno de los objetivos de la rama renovadora, tras varios años de escándalos y una progresiva y alarmante disminución de nuevos creyentes» – afirmaba el cardenal Mourinho en su misiva.
«Ronaldo, es suficientemente jóven como para poder iniciar el cambio que la iglesia necesita, y estamos seguros de que aportará un nuevo perfil elegante, moderno y sofisticado. Necesitamos alguien que aporte ilusión, y quién mejor que un luso para conseguirlo».
Ronaldo, cuya labor en los últimos años ha sido la de acercarse al Messias, en caso de ser llamado a ser el sucesor del recientemente dimitido Papa Benedicto XVI pasaría a ser conocido como Cristiano Ronaldo VII (CR Séptimo) .
El jóven, que ha reconocido en su círculo de amistades que le tienta la idea de vestir de blanco durante muchos años, no vería con malos ojos cambiar de ciudad para incorporarse a su nuevo puesto en la Selección Vaticana y que por fin le sea reconocida su labor con el nombramiento y la obtención del anillo del pescador, un galardón que hasta ahora no ha conseguido ningún jugador del FC Barcelona.