Mañana sábado, el edificio Miller acogerá, en el marco de la Gran Canaria Fashion & Friends, el primer desfile de moda poligonera celebrado en Canarias, en el que la Jessy y la Saray presentarán las últimas tendencias en esta temporada para los jóvenes que han abandonado los estudios y son aficionados al reaggeton y a la vida contemplativa.
La Jessy y la Saray empezaron en el mundo de la moda hace poco tiempo pero ambas se han erigido como referentes indiscutibles de la imagen que el poligonero y la poligonera de hoy quieren transmitir al mundo, como reflejo de una actitud y de una filosofía de vida. La dedicación de las jóvenes a este proyecto creativo es meritoria, considerando que a sus 19 años las dos son madres de uno y dos niños. No obstante, haber dejado la ESO les proporciona suficiente tiempo libre para diseñar los modelos que luego exponen y venden en el mercadillo de Jinámar cada fin de semana.
La colección otoño/invierno 2015-2016 en moda poligonera abunda en las señas de identidad de este colectivo, con los abrigos de plumón y polipiel unisex en colores fluorescentes como estrellas de un atuendo desenfadado en el que, para ellas, los leggins ajustados cobran especial protagonismo, particularmente dirigidos a aquellas poligoneras que bordean la obesidad mórbida. En ropa interior, el tanga de hilo es el caballo ganador para las chicas, mientras que el calzoncillo XTG tipo boxer apretado sigue siendo el rey para ellos, un año más. El exceso de maquillaje y los pendientes de aro tamaño maxi ocupan un destacado lugar en la estética femenina que proponen estas dos creadoras.
El Cabildo de Gran Canaria apoya la iniciativa, ya que considera que el trabajo de la Jessy y la Saray puede exportarse fuera de la Isla para vestir a poligoneros, canis y jarcoritos de toda Canarias e incluso de otras comunidades. Hasta la fecha, ninguna gran firma se ha interesado por estas jóvenes diseñadoras, pero varias tiendas de ropa regentadas por comerciantes asiáticos sí han mostrado buena predisposición a vender, a bajo precio, sus diseños.
Oh, my God! Las pibas desfilaron al son de la música de las K-Narias de Añaza, y lucían tatuajes carcelarios en los tobillos junto a una cadenita de oro con una medallita de la Virgen de Candelaria. Creo que vamos a exportar la moda del tatuaje en los tobillos junto con la cadenita de oro a la Españña profunda.
Una de ellas, la gordita morcillona, tenía un tatuaje en letra gótica que ponía «Zerolo es inocente».