El proceso de reforma de las administraciones públicas abordado por el Gobierno de Mariano Rajoy apuesta decididamente por “adelgazar” el peso del sector público. Uno de los aspectos más polémicos del mismo implica la desaparición de algunos municipios y la reducción del consistorio en otros, lo que ha llenado de preocupación a los pueblos y localidades que, por su tamaño, bien podrían estar en la picota. Los aspectos concretos de esta reforma están aún por ser conocidos, pero este reportero ha tenido acceso a algunas propuestas específicas que irían dirigidas a introducir la democracia directa en el proceso electoral en los municipios de hasta cinco mil habitantes.
Democracia divertida y basada en nuestras tradiciones
En un borrador encontrado en el cubo de la basura de un bar de tapas a tres manzanas del Congreso de los Diputados, consta la propuesta de que las listas electorales en dichos municipios opten al bastón de mando en un programa de televisión muy recordado por la audiencia: Gran Prix.
Los televidentes veraniegos recordarán aquellos concursos en los que cuatro pueblos, precisamente con una población no muy elevada, competían en pruebas que combinaban la contundencia de Humor amarillo con las entrañables tradiciones patrias de la cucaña o la vaquilla. Bajo la distinguida conducción de Ramontxu García o Bertín Osborne, el programa acompañó a grandes y chicos en TVE primero y en las cadenas de la FORTA posteriormente. Ahora el formato será recuperado para un destino más elevado.
En el borrador (o en aquella parte que puede leerse al no estar cubierta por mostaza o kétchup) se indica que podrían participar hasta cuatro lista electorales en el proceso de participación. Cada una de las pruebas estará relacionada con una concejalía, variando el número de las mismas en función de la población del pueblo en cuestión. Así, superar la prueba de la vaquilla supondría obtener la concejalía de cultura y la de la patata caliente la de urbanismo. Las dos listas con mayor número de concejales se disputarán la alcaldía.
El programa se emitiría en los canales autonómicos de televisión cada cuatro años y hasta agotar el proceso electoral de los pueblos vinculados al mismo. La aplicación de este nuevo sistema empezaría en los comicios locales de 2019.