Parrandera, Mimosa y Alejandrina son las tres vacas que han dado un paso al frente para denunciar que la trama del «caso Mediador» también amañó concursos de ganado en las Islas entre 2019 y 2022. Como recordarán los lectores, esta trama implica a un ya ex diputado socialista por Fuerteventura, Juan Bernardo Fuentes, su sobrino Taishet Fuentes (ambos desempeñaron el cargo de Director General de Ganadería, de hecho el sobrino heredó el cargo del tío cuando éste se incorporó al Congreso, aunque fue destituido a mitad de 2022 por su escasa competencia), el ex comandante de la Guardia Civil en Las Palmas Francisco Espinosa, y varios empresarios de los sectores ganadero y alimentario, entre otros; sólo el guardia civil jubilado ha ingresado en prisión.
Presuntamente, los cargos políticos y el guardia civil cobraron comisiones a cambio de realizar determinados favores a los empresarios y de intermediar a favor de otros para la instalación de placas fotovoltaicas. A estas acusaciones, ya de por sí graves, se añaden ahora las afirmaciones de los tres ejemplares bovinos, quienes aseguran haber sido agraviadas en diferentes concursos de ganado, en Arucas, Telde y Tacoronte, entre los años 2020 y 2022. Parrandera, que ejerce la portavocía, asegura que habla en nombre de muchas vacas, bueyes y cabras que se han visto injustamente descalificadas en concursos «porque alguien había pagado a los jurados para que le dieran el primer premio a alguna vaca menos lustrosa y menos productiva». Añade que «llevamos rumiando esto mucho tiempo y no podemos digerir la injusticia».
Parrandera confía en que se aclare toda la verdad de esta trama corrupta y que la limpieza presida los próximos concursos de ganado en las Islas.
En otro orden de cosas, las últimas investigaciones apuntan a que los propietarios de Leche Sandra, también detenidos en el marco de esta operación, intentaron que desde el Gobierno se tapara un error en la fábrica por el cual un lote del vodka Blat fue empaquetado en los bricks de leche y viceversa, lo que causó desconcierto e indignación entre algunos de los consumidores afectados, y sorpresa y alegría entre algunos otros, sobre todo en los municipios turísticos del sur de Gran Canaria.