El conocido gurú del pensamiento positivo y la autoayuda Laín García Calvo trae a Canarias su nuevo ciclo de conferencias, en el que ha dado un giro inesperado a su habitual «Caminar sobre las brasas» para convertirlo en «Caminar sobre un brasas». En estas conferencias, al módico precio habitual de 254 euros, García Calvo cambiará la vida de los asistentes animándoles a cumplir su sueño de pasar por encima de un brasas que les esté amargando la existencia. Para aquellos que no puedan traer su propio brasas, el mismo García Calvo (por un extra de apenas 150 euros más) se ofrece como brasas para ser pisoteado por la concurrencia, señalando que «por casi 400 pavos que me aflojan, es lo menos que puedo hacer; al fin y al cabo, esa gente me está ayudando a mí a cumplir mi sueño de vivir de esto».
«Cuando uno camina sobre el fuego deja atrás el miedo a lograr sus metas”, asegura este coach, «pero cuando lo hace sobre una persona que es pesada como ella sola, pues deja atrás mucha ira y se siente mejor con uno mismo, y entonces alcanza un estado mental óptimo para perseguir sus sueños y sus unicornios azules en un mar de arco iris y sonrisas». Hasta ayer ya habían sido más de 500 personas, 320 de ellas con sus respectivos brasas, las que se habían inscrito en estas conferencias que se impartirán la próxima semana en Santa Cruz y en Las Palmas.
Partiendo de la base de que «en esta vida se puede ser de todo menos pesado», Laín García Calvo insiste en que «todos conocemos a una persona que nos da la tabarra a todas horas, a la que querríamos estrangular para que se calle y nos deje tranquilos, pero como eso sería homicidio y el homicidio no es positivo, basta con pasarle por encima y pisotearla un poco para llegar a un estado de tranquilidad que nos permite afrontar nuevos retos».
No se sabe si este gurú volverá a las Islas con su espectáculo original, en el que los participantes caminan sobre brasas para superar sus miedos. Interrogado sobre el hecho de que hacer un breve paseo sobre brasas no implica ninguna preparación o capacidad especial más que atender a leyes básicas de la Física, García Calvo responde con una sonrisa que «al final la Física no es más que un estado mental de positivismo y optimismo, y ahora déjeme tranquilo que tengo que contar estos billetes».
