Han cambiado los pitos por cuencos tibetanos y las pinturas de payaso por henna, se trata de los Paulocoelhos, la primera murga de autoayuda del carnaval santacrucero.
Se definen como una murga que fluye en el presente eterno del carnaval. Para conocerlos un poco más El Baifo Ilustrado ha visitado su local de ensayos y hablado con su director Antonio Chacras. «Siempre nos preguntan si nuestra murga significa el fin del humor ácido y los insultos homófobos. De ninguna manera. Ser uno con el universo no significa dejar de llamarte maricón si te lo mereces, pero esó sí, siempre con un sentido holístico, no sé si me entiendes». Chacras nos habla de manera pausada, como deleitándose en lo que dice. «El universo mismo actúa como un gran maricón», reflexiona.
La mayoría de los componentes de los Paulocohelhos se conocieron como clientes del restaurante macrobiótico «Almogrote para el alma» y allí, entre escaldones de humus y aromas de sándalo, surgió la idea de participar en el «mundo ilusorio del carnaval» de una forma diferente. «¿Y cómo afrontarán el tema de la crítica política?» preguntamos a Antonio. «Con humor, siempre con humor. Tenemos que mantener al niño que todos llevamos dentro a salvo de las normas, de las reglas y de Paco Padrón. Pero debes entender que un político es ante todo un ser herido. Es cierto que son unos putos ladrones que nos roban a dos manos pero hay que comprender que un concejal también necesita compasión. Sobre todo si es de Fiestas. No obstante en nuestras letras advertimos: trincar y trapichear con licencias urbanísticas crea mal karma. ¿Sabías que el budismo también contempla la existencia del infierno? Un tormento interminable donde al final acabas reencarnándote en canarión y viviendo en Las Palmas para siempre.
Así son los Paulcoelhos. Cuando nos despedimos aún siguen dádole vueltas a la letra de su pasacalle. «Autoconsciente soy señores, autoconsciente y muy formal. Vale más ser uno mismo aunque el ego lo tome a mal. ¿Crees que quedaría bien con música de Kitaro de fondo?»
