Según aparecía publicado ayer en el BOE, a partir del día 1 del próximo mes, los centros de enseñanza públicos y privados que realicen programas de formación de grado medio y superior dejarán de ofrecer gratuitamente la conocida Bolsa de Trabajo, advirtiéndo de que deberán hacer constar en su publicidad el citado hecho.
Esta medida, fruto de un acuerdo entre el Ministerio de Educación y el de Medio Ambiente, ahorrará unos 15 millones de euros y se pondrá en marcha en dos fases. Durante la primera, los centros podrán seguir ofreciendo Bolsa de Trabajo a los alumnos que terminen con éxito el curso, informándoles del coste. Pasada esa etapa inicial, se procederá al cobro, así que los estudiantes que no deseen hacer frente a esta tasa deberán traerse la suya propia desde casa.
«Ya lo han hecho Carrefour, Alcampo y hasta Mercadona, así que creemos que vamos en la senda correcta» comunicaba en su twitter la Presidenta del PP en Canarias una vez conocido el acuerdo.
En las islas, este acuerdo ha tomado por sorpresa al Consejero de Educación, José Miguel Pérez, el cual ha manifestado su deseo de ser prudente pero que ha querido valorar el impacto que esta medida tendrá sobre la enseñanza en el archipiélago y el futuro profesional vinculado a dichos estudios.
En declaraciones a El Baifo Ilustrado, el propio Consejero y Vicepresidente del Gobierno declaraba: «No se puede pretender que en una comunidad como la nuestra, deficitaria en materia educativa y con unos niveles de renta per cápita por debajo de la media, los alumnos tengan que pagar por ellas o traérselas desde casa. Vamos a analizar la situación para ver si es posible sustituirla por un pequeño zurrón, o una bolsita de cuero artesanal subvencionado, que aquí en Canarias es un arte que no se debe perder y serviría además para que nuestros estudiantes no vean mermadas sus expectativas de futuro«.
Trasladadas estas declaraciones al Presidente de la Asociación Canaria de Amigos del Baifo, Bernabeé Cabral, éste, manifestó su apoyo a dicha iniciativa pues al fin y al cabo redundaría en el desarrollo de un oficio artesanal olvidado ya en las islas. «Es hora de recuperar a nuestros artesanos y nuestras costumbres, y que los jóvenes aprecien el trabajo hecho en su tierra, de mayor calidad que lo que se puede encontrar hoy en día en el mercado, principalmente el zurrón de silicona forrado de pelo artificial, producto importado desde China y que ha ganado presencia últimamente en nuestras fiestas populares«.
Zurrones de cabra de fécula de patata, ecológica, aumenta el hambre en el tercer mundo pero es biodegradable y deja un saneado beneficio en las cajas del comercio oferente…