Las I Jornadas Felinas de Tenerife, organizadas por el Ayuntamiento de La Laguna, estaban llamadas a ser un novedoso foro de debate de políticas de protección y bienestar animal, y sin embargo, han acabado envueltas en una dura polémica, tras las declaraciones hechas públicas por la comunidad de gatos deplorando la «clamorosa ausencia de verdaderos representantes del colectivo gatuno». Peludito, en representación de los gatos domésticos, y Navajitas, por parte de los gatos callejeros, han leído un comunicado conjunto en el que han detallado las causas de su indignación.
Peludito y Navajitas han criticado con dureza que «en un espacio de debate sobre temas que nos afectan directamente, no se haya invitado a un solo gato para que hable de su experiencia en primera persona, porque por lo visto los problemas de los gatos de la calle los conoce mejor gente humana que vive en un pisazo de puta madre que nosotros, los que estamos todos los días merodeando contenedores y poniendo caritas a ver si una señora solitaria nos deja una lata de atún cerca, que por cierto, también estamos abiertos a caballas y sardinas, por Dios», explicó Navajitas visiblemente alterado.
Por su parte, Peludito, evidenciando su condición de gato doméstico, incidió en el hecho de que «aquí se tratan temas que afectan directamente a nuestra calidad de vida, como es la extirpación de los testículos, sin recabar primero la opinión de los que vamos a sufrirlo ni hacer un estudio sobre nuestro posicionamiento, es más, yo diría que hasta evitando recoger nuestro punto de vista, lo cual no es de recibo, ni mucho menos».
Los gatos advierten de que habrá consecuencias si en una hipotética segunda jornada felina no se corrige esta omisión; «sabemos dónde vive el alcalde y si nos juntamos todos para maullarle de noche no vuelve a dormir en la vida», advirtió Peludito.
Navajitas apuntó por último como «especialmente ultrajante» el hecho de que el célebre súper héroe francés «Cat Noir» sí fuese invitado a las Jornadas, «cuando es un puto personaje de dibujos animados, si es que hay que joderse».
Desde la organización protestan enérgicamente afirmando que se les invitó pero que pasaron olímpicamente de acudir y que solo cuando les dio la gana quisieron participar pero sin que les miren demasiado, como si no estuvieran, pero que les presten atención, y así no hay manera de hacer unas jornadas serias