Ayer se anunció el traslado de los guacamayos Chicho y Yaiza desde la Casa de Colón, donde han venido residiendo más de dos décadas, hasta Palmitos Park, en cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal. No obstante, ambos ejemplares han dado a conocer a través de su representante, un loro laboralista conocido como Piquito Juárez, su intención de pleitear este traslado forzoso interponiendo una demanda en el Juzgado de lo Social de la capital grancanaria.
Piquito Juárez, como portavoz de sus representados, explica que «no se han respetado derechos laborales consolidados tras veinte años ejerciendo como atracción en la Casa de Colón, ni se ha incluido a mis clientes en la estabilización del personal en fraude de temporalidad, como manda la legislación europea, por lo que este traslado tiene todos los visos de ser una ilegalidad que no vamos a consentir». Chicho y Yaiza, según se señala en la demanda, no han tenido oportunidad de pronunciarse, y cambiar su puesto de trabajo a Palmitos Park, situado en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, les causa unos trastornos por el desplazamiento diario «difíciles de cuantificar pero graves en cualquier caso».
El loro abogado asegura que sus representados «no entienden esta decisión, después de años ejerciendo con absoluta profesionalidad y sin dar siquiera un picotazo a ningún crío, y eso que, según ellos mismos han confesado, ha habido niños muy porculeros visitando la Casa de Colón, un lugar que Chicho y Yaiza consideraban un hogar». «No les han dado la opción ni de recoger sus comederos», insiste Piquito Juárez para subrayar la indefensión de sus clientes «ante este atropello».
Piquito Juárez es un nombre destacado en el sector de la abogacía de aves psitaciformes, ya que en 2015 ganó un importante caso para que Loro Parque abonara la Seguridad Social de las cotorras en prácticas.