Los mejores roscones de Reyes, isla por isla

El desayuno del 6 de enero no puede estar completo sin un roscón; por eso, desde El Baifo Ilustrado desvelamos dónde encontrar el mejor en cada Isla.

El Hierro

“Dulcería Pancho”. Pancho, dueño del obrador y maestro pastelero, niega de forma reiterada que su afamado roscón sea sólo una quesadilla muy grande, con un agujero en el centro y rellena de nata y trufa, pero catadores independientes de la Unión Mundial del Roscón han certificado que sí, es una quesadilla. En cualquier caso, es un clásico que triunfa en la isla del Meridiano cada año.

La Palma

“Panadería María Dolores”. El roscón de la panadería María Dolores lleva preparándose ya tres generaciones con una receta exclusiva de la familia Sanjuan, propietaria del negocio, y si bien se niegan a desvelar cuál es el ingrediente secreto, hace dos años que una investigación del Consorcio de Periodistas apuntó a que el truco de este roscón está en que se compone, en un 85%, de almendras.

La Gomera

En La Gomera, la particularidad del roscón no está en su receta, sino en el hecho de que las figuras de los Reyes Magos tienen todas la cara de Casimiro Curbelo; dice la leyenda que quien encuentre los 3 Casimiros mágicos tendrá un año lleno de suerte y subvenciones. El haba tampoco es realmente una haba, sino una figura con la cara de quien sea el líder del PSOE gomero en ese momento, y al que se lo tope en su trozo le caerá un año de infortunios y décadas de oposición.

Tenerife

El Club Deportivo Tenerife pone a la venta este año por primera vez el roscón blanquiazul, que se caracteriza por su disparidad de sabores. Puede que te toque un trozo con sabor a victoria fuera de casa, o a insulso empate a cero en el Heliodoro, o incluso un trozo amargo con sabor a derrota frente al colista. ¡No se puede saber!

Gran Canaria

«Pastelería Tamadaba Dubidu». Este obrador situado en la Vega de San Mateo ofrece un roscón que conjuga los sabores clásicos de la Isla con la modernidad más expeditiva. Cuando lo pides, Antonio el pastelero te saca un enorme pan de papas cubierto de una espesa capa de azúcar, le abre una oquedad con un preciso puñetazo y a continuación le echa fruta escarchada por encima. La gente se agolpa para ver este ritual y corear la famosa frase de Antonio: «y a escupir a la calle».

Fuerteventura

«Panadería, dulcería y laboratorio de análisis clínico Yurena». En este innovador negocio, que conjuga los estudios en Medicina de Yurena con el buen hacer repostero de su madre Mari Carmen, se preparan roscones personalizados. Es preciso encargarlos con antelación ya que Yurena te hace primero una analítica para calcular cuánto azúcar puedes permitirte, y en función de los resultados, elaborar el roscón perfecto para ti y tu páncreas.

Lanzarote

«Pastelería El Dulce Jameo». Hace años que los roscones de El Dulce Jameo optaron por dejar atrás la clásica forma redonda y se abrieron a otro tipo de moldes, por lo que hoy es posible encontrar roscones con forma de cactus o camello, eso sí, todos rellenos de batata porque el pastelero, Carmelo Rodríguez, suele aprovechar así el excedente de las truchas navideñas. Estos roscones esconden una pequeña figura del Diablo de Timanfaya, y quien lo encuentre, se dice, tiene bula para ser un completo imbécil todo el año. ¡Qué emoción!

La Graciosa

Como cada año, doña Fermina, octogenaria vecina de Caleta de Sebo, horneará un bizcocho de 25 kilos para repartir entre los gracioseros y gracioseras, honrando así una tradición que se inició en 1954, cuando se empezó a oír hablar del roscón pero al entonces islote aún no había llegado. A pesar de que sus nietos y bisnietos se ofrecen a traerle roscones de Lanzarote, doña Fermina siempre les replica, con su peculiar gracejo, «la mierda ésa quítamela de delante».

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