La anécdota de la jornada de ayer se vivió en el Parlamento de Canarias durante la celebración del pleno en el que el Presidente del Gobierno, Paulino Rivero, presentaba alguna de las medidas que barajaba el ejecutivo para paliar el efecto negativo de los recortes presupuestarios.
Se llevaba algo mas de una hora y cuarto cuando el Presidente, que tenía la palabra en aquel instante, interrumpió su discurso señalando al vicepresidente del ejecutivo, el socialista José Miguel Pérez, para que se acercara hasta él.
Tras unos segundos tensos, en los que parecía que Rivero le echaba en cara alguna cuestión, el presidente acabó por darse cuenta de que se encontraba hablando con el popular humorista Manolo Vieira, el cual, a petición de José Miguel Pérez, se había prestado a sustituirle durante el pleno como parte de una inocente broma.
En aquel instante, el grupo socialista en pleno estalló en una gran carcajada a la que se unió el resto de la sala, aplaudiendo, al tiempo que hacía su aparición en escena el verdadero vicepresidente del gobierno canario.
Paulino Rivero, desconcertado al principio, no dudó en dejarse arrastrar por la broma y de manera simpática recriminó a ambos su proceder.
Se dió la circunstancia de que el falso vicepresidente tuvo la palabra en dos intervenciones en las que debatió airadamente con el portavoz del Partido Popular, llegando incluso a ser amonestado verbalmente por el Presidente de la Cámara, Antonio Castro.
Según se dijo, el falso vicepresidente aprovechó su intervención para afear a sus señorías que no siguieran «La Revoltosa».
Pues yo oí que en la otra intervención «el falso vicepresidente» propuso a la Guanchancha para investigar los paraísos fiscales y que la TeleAutonómica rescatara el programa Tómbola que ha generado una elevada conciencia política en la Comunidad Valenciana…
Y digo yo, se hubiera notado , …si hubiesen colocado un maniquí …
Los tres estan pa´cagarse de risa y ahorrarse los activias esos del carajo